La técnica del semáforo, está indicada para casos de niños con dificultades para el autocontrol de emociones negativas, como por ejemplo, ira, agresividad, rabietas, etcétera. La idea de esta técnica, es que el niño aprenda a gestionar las emociones negativas.
El control emocional, es importante que lo aprendan los niños, cuanto antes mejor, sin embargo, para conseguir esto, deben ver que sus padres también lo dominan.
Lo mejor de la técnica del semáforo, es que ellos se lo van a tomar como si se tratara de un juego, por tanto, aprenderán a controlar las emocionas, sin que apenas se den cuenta, e incluso divirtiéndose.
De entrada, antes de pasar a lo que es la técnica en sí, habrá que buscar las mejoras formas para de autocontrol. Para ello, habrá que buscar la ayuda del niño, pidiéndole que escriba, o si aún no sabe hacerlo, que lo diga para que lo escriba papá o mamá, aquellas cosas que le ayudan a calmarse. Cada uno puede encontrar diferentes formas de hacerlo, por ejemplo, aislándose un rato, irse a pensar con su peluche favorito, dejando a un lado la conversación durante un rato, respirar y contar hasta 10, escuchar música, o cualquier otra cosa que ellos consideren que le llevan a la relajación.
La idea de hacer esto es sencilla, se trata de que el niño vuelva a un estado de tranquilidad, para retomar después la conversación de nuevo, y se le pueda llegar a dar una solución favorable para todos. De nada servirá, intentar hacerlo cuando él está ofuscado, eso, tan solo conseguiría que el estado se prolongara y, tanto él, como los propios padres, acabarían perdiendo los nervios.
En la siguiente entrada, explicaremos cómo llevar a cabo la técnica del semáforo.