1. En primer lugar, evita hacer compras demasiado caras. Por suerte, existen productos de todo tipo y de precios muy variados. Evita educar a tus hijos en la idea de que aquello que es más caro es más importante que aquello que cuesta menos. Es positivo mostrar a los niños que el afecto no se compra con dinero.
2. Los regalos que no son acordes a su edad tampoco son saludables para el niño. Es importante respetar su etapa de crecimiento, entendiendo que los niños tienen derecho a ser tratados como tal. Los regalos de un adolescente no encajan en el esquema ideal de un niño de diez años.
3. Conviene dejar de lado los prejuicios de creer que la ropa o los libros no son regalo. Al ser productos de primera necesidad, existen niños que no asocian la moda y la lectura con caprichos especiales. Sin embargo, una forma de cambiar esta mentalidad es a través del ejemplo. Regalando a los niños prendas para el invierno en la temporada de Navidad.
4. Los regalos tecnológicos forman parte de nuestra sociedad y son muy positivos. Sin embargo, en la niñez, es un acierto apostar por los regalos de siempre, por esos juegos con los que se han entretenido niños de todas las generaciones. Puedes regalar a los niños un plan, por ejemplo, una tarde de patinaje sobre hielo.
Foto – Mujer y Punto