Uno de los retos de muchos padres es corregir su tono de voz al hablar con los hijos, evitando los gritos como una herramienta pedagógica totalmente inadecuada. A través de la comunicación a gritos, el niño interioriza este modelo de comunicación como propio y repite un esquema equivocado que cuanto más lo entrene, más tiempo le costará quitárselo. En Bebé Feliz te damos las claves para evitar gritar a los niños:
1. En primer lugar, busca la forma de desconectar del trabajo antes de volver a casa. Una técnica sencilla para ello es volver paseando tranquilamente. Puedes tomarte ese espacio como tu momento de desconexión del día.
2. Cuando notes que estás a punto de estallar, delega. Es decir, deja a los niños al cuidado de tu pareja y céntrate en ti. Para ello, puedes tumbarte en la cama, cerrar los ojos y respirar profundamente, darte un baño caliente o llamar por teléfono a un buen amigo.
3. De una forma consciente, repite a tu hijo el mensaje en un tono adecuado. Piensa que tu hijo te pone a prueba, por tanto, no entres en su juego y recuerda que tú tienes como adulto el control de la situación porque tú tienes la autoridad.
4. Si estás ocupado en ese momento y no puedes prestar atención a tu hijo, entonces, dile el momento en el que podrás estar con él y apaga el teléfono para evitar distracciones.
5. Identifica las situaciones en las que tiendes a gritar para tener conciencia del problema y tener un control sobre el mismo.
6. Sé realista y márcate pequeños objetivos. No aspires a no gritar nunca más a tu hijo sino a hacerlo menos. De lo contrario, te frustrarás ante el primer obstáculo.
Foto – Necesito de Todos