Durante su crecimiento, el niño va a pasar por muchas etapas, y una de ellas, es la etapa del “No quiero”… una fase, que todos los padres terminarán viviendo.
El “No quiero”, suele aparecer entre los 2 y los 3 años, cuando los peques parecen estar en contra de todo, mostrándose de lo más negativos. No deben tener ningún motivo aparente, e incluso es posible que digan que no quieren hacer algo, que les encanta hacer, tan solo por el mero hecho de poder decir “No”.
Esta etapa a largo plazo, puede hacer que los padres terminen estresados, pero no hay que dejarse llevar a ese punto, sino que se deberá guardar la calma, y pensar que, como toda etapa, ésta también acabará desapareciendo, y cuanto menos importancia se le de, más probable será de que pase más rápidamente.
Esta fase, pese a que resulta agotadora para los padres, es una etapa por la que los niños deben pasar, ya que les servirá para formar su personalidad. Por tanto, guardar la calma y tener paciencia, serán las únicas maneras de que hacer más llevadero este periodo de los peques.
Hay que tener claro, que los niños, a estas edades, son muy pequeños para que pudieran hacer esto por el mero hecho de fastidiar a papá o a mamá, pero sí, que es una manera de desafío, una forma de aprender hasta dónde ellos pueden llegar, y qué pueden conseguir. Por ello, también es importante, que los padres sean firmes y marquen los límites y hagan cumplir las normas.
Además de paciencia y calma, otro consejo que daremos a los padres que estén pasando por esta etapa, es que en los momentos más difíciles, intenten distraer siempre la atención a otras cosas, y dejen pasar un rato, antes de volver a intentar convencer al niño de que haga lo que se le ha pedido.
Imagen: Joshua Blount