En la adolescencia, los niños dejan de ser niños, para convertirse en adolescentes. Pero antes de llegar a eso, pasarán por otra etapa, la preadolescencia, que será un periodo de adaptación, nada sencillo, tanto para los niños, como para los padres.
Lo más importante cuando llegue el momento, es saber qué está ocurriendo y ponerle nombre al posible problema (si es que lo hubiera, ya que cada un niño es diferente, y el grado será diferente en cada caso). Una vez identificado, muchos padres serán los que se pregunten, qué hacer a partir de ese momento. A continuación, os daremos algunas pistas para saber cómo actuar:
– Lo primordial, como ya adelantábamos, es que los padres entiendan qué está ocurriendo. Informarse de lo que va a venir, y de los cambios que supone la adolescencia, será algo que está más que recomendado en la fase de la preadolescencia. De esta forma, las cosas no caerán de susto, ya que tener la información adecuada, evitará muchos de los conflictos futuros.
– Una vez informados, habrá que actuar, y una de las primeras cosas que los padres tendrán que hacer, es asumir, que en poco tiempo, los niños dejarán de ser niños. Por tato, habrá que empezar a respetar sus espacios, y darles “independencia”, siempre marcando unos límites.
– No hay que venirse abajo pensando, que los niños se alejarán de los padres. Al contrario, la preadolescencia, debe utilizarse para terminar de estrechar lazos. Para ello, la comunicación, estar tiempo con ellos, escucharlos sin recriminarlos, y aprovechar sus momentos de franqueza, serán factores imprescindibles, para que, cuando sean adolescentes, ellos sigan depositando su confianza en los padres.
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