Las plantillas pueden ser útiles solo en aquellos casos en los que existe un desgaste excesivo del calzado, cuando se asocia fatigabilidad y siempre con el objetivo de mejorar el confort del niño.
Un caso aparte sería el niño que asocia un pie plano flexible con una disminución de la movilidad del tobillo, concretamente con una disminución de la dorsiflexión del mismo. En estos niños se recomienda realizar ejercicios de estiramiento del tendón de Aquiles.
Estos ejercicios consisten en colocar al niño frente a una pared con la punta de los pies mirando hacia delante e indicarle que debe acercar el cuerpo hacia la pared sin elevar los talones del suelo. El niño debe notar una sensación de tensión en la parte posterior de la pantorrilla que nunca debe ser dolorosa. Lo ideal es que estos ejercicios se realicen varias veces al día en tandas cortas, para evitar la fatiga.
El tratamiento quirúrgico del pie plano flexible es excepcional. Las indicaciones son muy concretas y estarían reducidas a aquellos casos sintomáticos que no han mejorado clínicamente con el uso de las plantillas o en caso de grandes deformidades que deterioran rápidamente el calzado con/sin acortamiento del tendón de Aquiles que no ha respondido al tratamiento fisioterápico.
Imagen: crttbuzzbin
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