La violencia, por desgracia para muchos, es algo que se ha ido generalizando y extendiendo cual virus, en todos los estratos sociales, y como no, parte de esa violencia, atañe también de manera directa, emanando de la propia infancia.
Como causas que expliquen o den algo de luz sobre la violencia infantil, podemos tratar algunos aspectos relacionados con la misma. Haciendo entender que dichas causas, aunque directamente relacionadas, no siempre, por si solas son el precursor, sino una parte del problema.
Como primera causa a explicar como parte de la generación de la violencia infantil, sería la que se nombra como la pobreza estructural, la cual se explica en medida que en hogares y barrios marginales, donde los pequeños se crían por sí solos, sin ningún tipo de atención hacia ellos, caen víctimas de una infinidad de malévolas influencias.
Aunque resulte extraño, otra causa de dicha violencia infantil, se da en casos de una alimentación deficiente hacia los más pequeños, ya que éstos, mal alimentados, no consiguen desarrollar en pleno sus capacidades intelectuales, siendo más común a parte de tener enfermedades, que adquieran por esta falta de desarrollo, hábitos delincuenciales.
Otra causa, quizás el más cruenta, es la que ejercen ciertos adultos sobre estos pequeños, sometiendo a los mismos a todo tipo de explotación, llegando ha realizar en ellos u hacer que cometan, verdaderas atrocidades.
El hecho de vivir de puertas adentro de su hogar la violencia en diversos aspectos, es precursora de propia violencia infantil.
Hay conductas familiares, que fuera del propio abandono como es entendido, por necesidades laborales mayormente, hace que pasen muy poco tiempo con sus hijos, ayudando ésto a un “abandono” del menor, que es posible que influya en una conducta violenta del mismo, debido a la ausencia de sus progenitores.
Una causa más en la actualidad, de notoria importancia en la conducta de los menores, es sin duda la información que reciben de los medios de comunicación. Aunque si bien, es común en todos pensar en que se debe proteger a la niñez en los medios de comunicación, evitando exhibiciones de violencia y sexo explícito en determinadas franjas horarias, no siempre es así, creando en los más pequeños la sensación de normalidad en conductas que no lo son.