Si recientemente hemos tenido un hijo, y aunque nos encontramos en fechas frías, no por ello debemos renunciar a un agradable paseo con nuestro bebé.
Pasear, aporta amplios beneficios para nuestro pequeño (y también para nosotros), y si el bebé está bien abrigado, dicho paseo le estimulará su sistema inmunitario, así como los rayos del sol le facilitarán un aporte de vitamina D (muy necesaria para su organismo). Mientras el tiempo lo permita, dicho paseo debería formar parte de las rutinas de nuestro bebé, ayudándolo a ganar seguridad (las rutinas afianzan la seguridad al pequeño, al aprender los pasos que seguimos antes y después de dicho paseo).
Ya que en invierno, la temperatura suele ser baja, deberíamos elegir como hora del paseo la del mediodía, ya que en esa franja horaria la temperatura es más templada, facilitando así el paseo bajo el sol de invierno. Esta pauta facilitará la adquisición de la rutina del paseo antes de la comida para abrir el apetito del pequeño, ayudándolo a que al llegar a casa, lo haga con ganas de comer.
Si las condiciones climatológicas no acompañan un día en concreto, siempre podremos plantearnos el desplazarnos a un centro comercial, y así poder salir un rato ambos para despejaros y entreteneros. Eso sí, te aconsejamos que si decides pasear por el centro comercial, recuerda que el bebé no esté tan abrigado como en su paseo por la calle, pues podría tener calor, por lo que la ropa de abrigo del paseo a cubierto debe ser fácil de quitar y poner para poder hacerlo con comodidad.
Una ventaja actual, es que muchos de los cochecitos vienen equipados ya para cubrir al bebé, evitando que el frio llegue hasta él, y siempre podremos ponerle un saquito de forro polar, para acentuar su confort.
Imagen: Christian Córdova