Dar abrazos, besos o caricias a los niños, es algo que a los padres le forma inconsciente la mayoría de las veces, y es que, el amor que se siente hacia un hijo es el amor más puro e incondicional que existe.
No hay que intentar evitar parar ese instinto de contacto con los niños, pensando que a la larga van a ser niños más mimosos, malcriados, o dependientes, nunca sobran estos gestos de cariño, y van a ser muy importantes en el crecimiento y desarrollo del pequeño. La edad no importa y, aunque llegue un momento en el que niño ya sea mayorcito, y parezca que ya no necesita los abrazos de papá y mamá, es precisamente entonces, cuando hay que pensar que el amor de padres hacia hijos, no tiene edad, y que ellos siempre lo van a necesitar.
Cuando hablamos de dar cariño, nos referimos a mostrar todos esos gestos de los que hablábamos. Pero esto, no estará reñido con marcar pautas y límites, no se trata de ofrecerle mucho amor, y dejarlos que hagan lo que les parezca, sino de, ofrecerles mucho amor, a la vez que se les educa.
Vamos a enumerar algunas de las ventajas que aportará el hecho de dar a los niños, ese cariño que tanto necesitan:
– La primera ventaja de dar besos, abrazos o caricias, es que siempre será siempre satisfactorio, tanto para el niño que los recibe, como para los padres que lo dan. Si además, después es correspondido por los más peques, respondiendo con alguna de estas acciones, el placer será aún mayor.
– Al dar grandes dosis de amor al bebé, crearemos con él un vínculo afectivo fuerte, que nadie va a poder romper.
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