La naturaleza es muy sabia. En una sociedad tan marcada por el poder de la técnica es importante recordar que la naturaleza tiene su propia sabiduría intrínseca y vital. Así lo muestra el milagro de la vida en la maravilla de una madre que da a luz a su bebé. La unión tan especial entre madre e hijo queda simbolizada en el cordón umbilical.
Recientemente, un bebé se ha convertido en el centro de atención del mundo entero por su curioso comportamiento. Y es que el niño recién nacido no quería separarse de su madre y solo se tranquilizaba cuando le tocaba la cara a su mamá. Entonces, el llanto se transformaba en sentimiento de paz y de tranquilidad.
Siguiendo con el proceso habitual tras el nacimiento de un bebé cuya madre fue sometida a una cesárea, las enfermeras quieren envolver al niño en una manta para acercárselo a su mamá. Sin embargo, el bebé llora de forma desesperada y alarga el brazo por puro instinto para estar cerca de su madre. Para un niño, el llanto es su forma de comunicar qué es lo que le hace sentir bien y qué es lo que le disgusta.
Este bebé muestra con esta espontánea reacción que su madre le da seguridad. No se trata de una decisión consciente sino de esa sabiduría natural que viene marcada por el instinto más primario del apego. Este bebé ha despertado la curiosidad de los internautas por la ternura que tiene la imagen en sí misma. Una imagen que muestra la necesidad del amor para la supervivencia de cualquier niño. Y es que, las caricias alimentan no sólo el cuerpo sino también, el espíritu.
Puedes disfrutar de este video que te ayudará a reflexionar sobre la grandeza de la naturaleza humana.
Foto – Psicólogos Gran Vía