Existe una ecuación matemática que bien podría representar la infancia de los niños. La suma de muchos deberes en el colegio, una cantidad extra de actividades extraescolares y poco tiempo libre para jugar representan un esquema que algunos profesionales cuestionan porque podría no respetar las necesidades reales de los niños. Esta misma semana os contamos en Bebé Feliz que un estudio reciente había mostrado que aquellos niños que fueron educados con libertad para jugar al aire libre durante mucho tiempo crecieron como adultos con más autoestima que aquellos niños que tuvieron su agenda llena de actividades.
Quien también considera que es inapropiado el exceso de ocupaciones infantiles es Catherine L’Ecuyer que es autora del libro ‘Educar en el asombro’, una lectura que puede ser útil a modo de curiosidad para que los padres del siglo XXI se planteen distintos punto de vista y reflexionen sobre el estilo de vida moderno.
El asombro es una cualidad especialmente infantil, sin embargo, de forma curiosa, los niños de hoy día están tan acostumbrados a tenerlo todo de una forma casi inmediata que han perdido el poder de asombrarse de las pequeñas cosas. El asombro es sinónimo de ilusión y de felicidad, de ahí que sea una capacidad tan sumamente importante.
Según la autora de este libro, la edad aconsejable para que los niños comiencen a leer es los 7 años de edad. Catherine L’Ecuyer considera que no es lógico que los niños de cinco años lleven mochilas pesadas al colegio y hagan deberes cuando en realidad, a esa edad pueden aprender mucho más a través del juego.
Desde el punto de vista pedagógico, existen distintas lecturas e interpretaciones. Por ello, más allá de verdades absolutas, es mejor interpretar la realidad de forma parcial entendiendo que cada autor puede tener su parte de verdad.
Fuente – El Mundo
Foto – Christian Javan