La relación que existe entre la niñez y la etapa adulta es más evidente de lo que parece a simple vista puesto que es en la primera etapa vital cuando los niños interiorizan hábitos, costumbres y roles determinados. En la actualidad, existen niños que están perdiendo algo muy importante de la niñez. El tiempo libre para jugar y disfrutar del lado lúdico de la vida sin tener una agenda de actividades extraescolares constante. Una encuesta que ha sido realizada en Alemania determina que aquellos niños que tuvieron tiempo libre para jugar, improvisando el tiempo y decidiendo de forma autónoma ciertas actividades, son personas con más éxito social en la etapa adulta, con más autoestima y seguridad.
El estudio ha sido elaborado por tres psicólogos de la Universidad de Hildesheim y fue dirigido con éxito por Werner Greve. En la encuesta participaron 134 personas. Los investigadores concluyeron que “no hace falta decir que el juego infantil no es el único ni quizás el más importante predictor del éxito social… la correlación que encontramos en este estudio fue sorprendentemente alta”.
Tener suficiente tiempo para jugar al aire libre es muy importante porque aporta a los niños la posibilidad de adaptarse al cambio de una forma natural. Una destreza fundamental en la etapa adulta cuando la vida se vuelve imprevisible por esencia.
Existen muchas razones por las que los niños merecen una infancia en la que los juegos tienen espacio de verdad. La principal es que se debe de respetar el proceso de crecimiento de cualquier niño y no pretender que se haga mayor antes de tiempo. De lo contrario, se está perdiendo un tiempo que nunca más volverá porque la vida se vive hacia adelante.
Fuente – Tendencias 21
Foto – Sanutri