Tener un hijo es una decisión que muchas mujeres posponen, en algunos casos, porque no han encontrado a la persona adecuada y en otros por distintas cuestiones importantes, como por ejemplo, buscar trabajo para alcanzar la estabilidad laboral. Gracias al avance de la medicina y a los consejos de los expertos, los riesgos en un embarazo tardío se reducen. Sin embargo, hay que tener presente que la edad también puede estar asociada con ciertas complicaciones.
La Dra. Rocío Núñez, de la Clínica Tambre explica que en todo embarazo, más allá de la edad, es fundamental tener hábitos de vida saludables. Pero a partir de los 40 ‘es importante incrementar los cuidados y estar siempre bajo control médico’. A partir de esa edad, el riesgo de sufrir un aborto espontáneo también aumenta de forma considerable desde el punto de vista estadístico.
El riesgo de sufrir un aborto espontáneo es de un 11% en la etapa de los 20 a los 24 años. Sube hasta el 12% en la franja de los 25 a los 29 años. Sube hasta el 15% entre los 30 y los 34 años. El dato alcanza el 51% en los casos menos habituales de embarazos producidos entre los 40 y los 44 años.
El riesgo de que el bebé pueda sufrir síndrome de Down aumenta en función de la edad de la madre. La posibilidad de tener un parto prematuro también crece a partir de los 40 años. El riesgo principal del parto prematuro no sólo es que el bebé pueda morir sino las secuelas graves que pueda tener.
A partir de los 40 años también existen más casos de parto por cesárea. En este tipo de casos, la segunda etapa del parto suele ser más larga de lo debido en relación con otros partos de madres más jóvenes. En ese caso, existen embarazos que derivan en cesárea.
Fuente – Hola.com
Foto – Daquella Manera