No existe una sola respuesta a la compleja pregunta de por qué los hijos no nos escuchan. En estos casos, la respuesta está enormemente influenciada por la edad del niño o adolescente. Sin embargo, existen otros factores externos al mismo que pueden estar influyendo en este hecho.
Es importante que tengas al menos una posible explicación del motivo por el que tu hijo no te escucha para poder abordar el problema. A continuación te describo cuáles son los principales obstáculos que no te permiten “hacerte escuchar”:
Factores relativos a tu hijo
La edad es el más importante e influyente de todos. En los niños más pequeños, la falta de atención a lo que sus padres dicen suele ser debido a problemas de desobediencia. Digamos que se hacen los “sordos” con el fin de no hacer lo que sus padres le indican.
Otros posibles motivos por los que los niños de esta edad no escuchan son las distracciones o falta de atención. En este segundo caso, la “no escucha” no es intencionada. El niño puede no darse cuenta de la relevancia de esa conversación o puede haberla olvidado. Si este hecho sucede de forma frecuente es recomendable descartar un posible déficit atencional en el pequeño, ya que, cuando existen problemas atencionales, no es posible retener información y por lo tanto recordarla. Un dato que podría apoyar esta hipótesis es que, además de observar que tu hijo no te escucha, observes que también tiene olvidos frecuentes, etcétera.
En el caso de los niños más mayores o adolescentes (que no presentan ninguna patología previa) el principal motivo que explica la falta de escucha reside en problemas de conducta (desobediencia, negativismo, comportamientos desafiantes hacia los padres, etcétera), además de problemas de comunicación a la hora de llevar a cabo una interacción entre padres e hijos.
Mi hijo no me escucha: Factores relativos a los padres y al contexto
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