Uno de los problemas más frecuentes con los hijos son los inconvenientes de una mala comunicación. Lo más pequeños no escuchan porque se distraen mucho o por falta de atención. Por su parte, el principal motivo de que los niños más mayores y adolescentes no escuchen se debe a un problema conductual. Pero es hecho de que nuestros hijos no nos escuchen no es culpa sólo de ellos.
Factores relativos a los padres
En el caso de algunos padres el problema no reside en que no se les escuche, sino en que no se les entiende, pues emplean un lenguaje o unos ejemplos difícilmente comprensibles para su hijo. En otros casos, los hijos prefieren no escucharles antes de sentir que les hacen daño con sus comentarios.
Por otro lado, ¿te has planteado si tú también le escuchas? Algunos padres afirman no ser escuchados por sus hijos, pero, a su vez, ellos tampoco les escuchan; a los más pequeños no les tienen en cuenta sus preferencias (por ejemplo: “Quiero ir a casa mamá, estoy cansado”, “No seas pesado, tengo que ir a comprar”), ridiculizan sus comentarios, no les piden opinión y/o cuando se la piden, la desestiman.
Factores relativos al contexto
Realmente algunos padres tienen el “don de la inoportunidad”. Se empeñan en hablar (o “echar la charla” que es como ellos lo perciben) delante de familiares, aprovechando el comentario de algún amigo, en los momentos en los que el ambiente ya está hostil, justo cuando su hijo tiene prisa por irse…
Elegir un momento adecuado para hablar con tu hijo es de suma importancia para que este se encuentre receptivo a lo que le quieras decir y por lo tanto te escuche.
Mi hijo no me escucha: Factores relativos al hijo
Foto | chuddlesworth