Es muy importante para la detección precoz del melonoma observar los lunares, esto es importante en adultos, pero mucho más en niños, ya que se ha visto que dado que el índice de sospecha de melanoma en la infancia y adolescencia es bajo, existe un retraso del diagnóstico hasta en un 50-60 por ciento de los pacientes.
Existen una serie de características que nos van a orientar para poder determinar la normalidad o anormalidad de los lunares; es lo que se conoce como Regla del ABCDE:
- A de Asimetría: la mitad del lunar o marca de nacimiento no es igual que la otra mitad.
- B de Bordes: los bordes son irregulares, dentados o poco definidos.
- C de Color: no existe uniformidad en el color, con sombras de distintas tonalidades (marrones, negras o manchas rosadas o blanquecinas).
- D de Diámetro: un tamaño mayor de 6 milímetros (aproximadamente el tamaño de la goma de borrar de un lápiz).
- E de Evolución: el tamaño, forma o color del lunar están cambiando.
Pero eso no es todo, existen otras señales de advertencia en la vigilancia de la piel como son:
- Una lesión que no cicatriza.
- La propagación del pigmento del borde de una mancha hasta la piel circundante.
- Enrojecimiento o una nueva inflamación más allá del borde.
- Picor, sensibilidad o dolor.
- Cambio en la superficie del lunar: descamación, exudación, sangrado, o la apariencia de cualquier protuberancia o “bulto”.
En cualquier caso, debemos mostrar al dermatólogo cualquier zona de la piel que nos preocupe, asimismo es muy necesario un debido control de la piel por uno mismo y en nuestro caso a nuestros hijos.