El embarazo marca una nueva realidad en un vínculo afectivo tan importante como el de una pareja que se ilusiona ante la idea de formar una familia. Sin embargo, el rol del padre y de la madre son complementarios. La figura paterna es muy importante para cualquier futura mamá que encuentra en su pareja un soporte emocional.
La llegada de un nuevo miembro a la familia supone un proceso de adaptación al cambio por parte de ambos. Por tanto, desde el mismo momento en el que una pareja conoce la feliz noticia inicia su proceso de adaptación marcado por ilusiones, miedos por el exceso de responsabilidad, amor compartido y un plan de acción. Lo ideal es que en esta etapa de la vida, la pareja potencie la comunicación al máximo para compartir las sensaciones agradables y las menos agradables propias de este periodo de espera en el que también surgen miedos.
Es responsabilidad del padre acompañar a su pareja al ginecólogo y en todas las pruebas médicas. En este sentido, también es aconsejable que acuda a las sesiones de ecografía. Otro momento importante que se debe de compartir en común es acudir juntos a los cursos de preparación al parto porque es una experiencia de aprendizaje común.
Por otra parte, también es muy importante que la pareja se implique en los preparativos de la llegada del bebé. Eligiendo el nombre del niño, decorando la habitación del pequeño y preparando la canastilla. La felicidad no solo está en la meta sino también, en el proceso, por eso, es gratificante disfrutar de cada día de embarazo.
Fuente – Parabebés
Foto – Shuttersctock