De forma habitual, las mujeres experimentan niveles de máxima ilusión ante un embarazo por la alegría que produce tener un bebé. Sin embargo, 1 de cada 10 mujeres embarazadas sufren depresión durante el embarazo. Los cambios hormonales son una de las causas más frecuentes de una depresión durante el embarazo. Sin embargo, la mente es muy compleja por lo que también pueden existir otras razones, por ejemplo, un embarazo inesperado o una situación económica negativa.
Durante mucho tiempo los expertos han prestado más atención a la depresión postparto, sin embargo, cada vez existe una mayor conciencia de que cuanto antes se atienden los síntomas de tristeza que produce la depresión durante el embarazo, antes se puede encontrar un alivio ante el malestar evidente que experimenta la futura mamá. Una depresión se define por un estado de ánimo muy bajo durante un periodo largo de días.
Factores de riesgo ante una depresión durante el embarazo
A nivel emocional, nunca se pueden establecer normas generales porque cada ser humano es único e irrepetible como queda de manifiesto en el hecho de que cada persona reacciona de una forma distinta ante una situación similar. Tener un hijo es uno de los cambios vitales más importantes en la vida de una mujer, un punto de inflexión. Existen factores externos que pueden aportar confianza y seguridad en el afrontamiento de esta etapa o por el contrario, ser fuente de inquietud e inseguridad.
¿Qué factores pueden influir para que una mujer se sienta más baja de ánimo durante su embarazo?
- Tener una relación de pareja que atraviesa una etapa complicada produce inquietud porque las discusiones, los enfrentamientos y los problemas de pareja lejos de producir tranquilidad, aportan una gran tensión emocional. Además, cuando una mujer embarazada tiene problemas graves en su relación de pareja se siente sola en un momento que desearía compartir con su pareja.
- La historia personal de la futura mamá también es un factor a tener en cuenta. Si una persona ha sufrido periodos de ansiedad previamente en distintos ámbitos de su vida, por ejemplo, en el trabajo, es probable que pueda vivir algún estado ansioso también ante un embarazo que representa grandes cambios. Las dificultades de la adaptación al cambio pueden mostrarse en forma de ansiedad y tristeza.
- Por otra parte, haber vivido alguna experiencia dolorosa vinculada con la maternidad como la pérdida de un bebé también puede crear en la madre miedos e inseguridades ante el temor de que algo malo pueda volver a repetirse. Conviene puntualizar que no solo es causa de bloqueo una experiencia negativa sino también, la interpretación que una persona hace de esa experiencia.
- Las condiciones en las que se desarrolla un embarazo también puede ser un factor añadido como posible causa de una depresión. Por ejemplo, una persona que sufre un embarazo de alto riesgo puede sufrir un alto impacto emocional ante la alteración de su rutina y los miedos de lo que pueda ocurrir.
- En el caso de que una persona no cuente con un entorno familiar sólido y se sienta sola, puede tener cierto miedo al afrontar la maternidad con cierta sensación de desamparo.
Cómo saber que estamos deprimidas
Conviene puntualizar que uno de los mayores riesgos de la tristeza durante el embarazo o de las emociones desagradables es que la mujer puede restar importancia a estas sensaciones al asociarlas con los cambios hormonales. Es muy importante recordar que cuando en la balanza emocional los momentos de tristeza, apatía y angustia pesan más que los instantes de tranquilidad interior, ilusión y felicidad, entonces, hay algo que está fallando. Y en ese caso, es fundamental pedir ayuda profesional para evitar que el malestar vaya a más (es lo que ocurre cuando se ignora ese sentimiento de malestar o se reprime).
¿Cómo puede una mujer saber que está deprimida? Es muy importante estar atenta a ciertas señales que deben darte la voz de alarma. Por ejemplo, dejan de ser estimulantes y divertidas actividades que antes eran motivo de disfrute personal. Además, también surgen grandes dificultades para mantener la concentración en el trabajo o en planes más cotidianos como leer un libro o mantener la atención en una conversación. Tener una sensación de vacío interior o de falta de sentido que produce el llanto en ciertos momentos (el llanto excesivo es un síntoma de depresión).
Otro síntoma a tener en cuenta es estar a la defensiva en la actitud o tener cambios bruscos de humor (y sentir culpa por ello). Para finalizar, la tristeza asociada a una depresión durante el embarazo también es agotadora física y mentalmente, por lo que la mamá tiene la sensación de estar cansada prácticamente todo el tiempo, incluso, al empezar el día.
Posibles soluciones a la depresión durante el embarazo
En primer lugar, es importante acudir a un psicólogo para hacer terapia. Conviene puntualizar que una depresión solo puede ser tratada por un especialista.
Es positivo distraer la mente con temas que no tengan nada que ver con el embarazo. No se trata de ignorar la situación personal sino de recordar que ninguna mujer se reduce únicamente a su rol como madre. Organiza actividades de ocio, queda más con aquellas personas con las que de verdad te sientes bien, disfruta de planes sencillos como ir al cine para ver una comedia divertida y dar paseos relajantes. Cuando una persona se siente deprimida tiende a encerrarse en sí misma y a aislarse, por eso, es fundamental ir en contra de ese sentimiento interior de pereza para mantener relaciones sociales que aportan autoestima, reconocimiento, sensación de pertenencia, compañía e ilusión.
Para afrontar una depresión durante el embarazo también es muy importante mantener una rutina de horarios regular para generar unos hábitos que aporten seguridad emocional. Y también, es vital prestar una atención especial a la alimentación porque cuerpo y mente interactúan de una forma constante.
¿Está relacionada con la depresión postparto?
No se puede establecer una relación de causa y efecto entre la depresión durante el embarazo y la depresión postparto, sin embargo, sí existen casos en los que ambas están vinculadas. Conviene puntualizar que si una depresión durante el embarazo se afronta de forma efectiva con ayuda médica, entonces, se reducen mucho las posibilidades de sufrir una depresión postparto.
Fuente – BabyCenter
Iban Torras