Muchas veces, y sin saberlo, en la cocina contaminamos los alimentos que vamos a consumir con tóxicos como metales pesados que pueden desprenderse de una sartén de teflón, una olla de aluminio o una cazuela; y productos sintéticos. Más allá del cuidado que debemos prestar a los productos de limpieza que solemos guardar en la cocina para que los peques no lleguen a ellos, hoy nos vamos a centrar en los materiales de cocina en sí que pueden o no ser perjudiciales a la hora de cocinar para nuestros niños y nosotros mismos.
Materiales que pueden ser perjudiciales
Aluminio
Es un buen conductor del calor y un metal ligero, de forma que habitualmente forma parte de muchas sartenes y de menaje o de los fondos difusores. No presenta ningún problema si se trata de aluminio anodinado, que ha recibido un tratamiento especial que lo protege de la corrosión y lo sella, con lo que no se incorpora aluminio a los alimentos que contiene.
El uso de utensilios de aluminio o cocinar con papel de aluminio puede ser causa de intoxicación por el metal cuando esté no está sellado con material inocuo.
Acero inoxidable
Se trata de una aleación de hierro con carbono, a la que se añaden metales pesados para obtener diferentes características. Las baterías de cocina o las cuberterías se componen de acero 18/10, es decir, en su composición hay 18 partes de níquel y 10 de cromo. Aunque el acero inoxidable es bastante estable, cuando contacta con los alimentos libera pequeñas cantidades de estos metales pesados a la comida. Por supuesto, aquellas que personas alérgicas a estos metales, no pueden comer nada que haya estado en contacto con el acero inoxidable.
El acero quirúrgico (T-304) no es poroso, por lo que es más aconsejable. Aún así, hay que tener cuidado en todo caso con las ralladuras y deterioros de la superficie. El acero de mayor calidad es el japonés, más ligero, de mayor dureza y libre de cromo y níquel.
Esmaltado
Los esmaltados tradicionales y barnices de cazuelas metálicas o de barro pueden contener plomo u otros metales pesados. Si además se desgasta o bien se deteriora por un golpe hay más exposición del alimento al material que hay en la base.
Debemos tener cuidado también con los alimentos enlatados y antiguas canalizaciones de agua con tuberías de plomo, pues el contenido en metales pesados es bastante alto.
Teflón
Se trata de un material sintético llamado PFTE (polifluorotetraetileno) utilizado como antiadherente en multitud de utensilios de cocina, aunque tiene muchas más aplicaciones (revestimiento de cables, de prótesis médicas, en componentes de motores, etcétera). El peligro del teflón es debido al APFO (ácido perfluoro octánico, también conocido como C-8), sustancia prácticamente indestructible y acumulativa. Es un material necesario para la adhesión de cualquier antiadherente a su base.
Se sabe desde hace muchos años que esta sustancia se acumula en el cuerpo, no se descompone en el medio ambiente y causa dolencias en animales como cáncer endocrino y sanguíneo, esterilidad, hipotiroidismo, problemas en el hígado y malformaciones en fetos.
Por la mala gestión de la industria ha ido a parar a los vertientes en aguas y a la atmósfera y se encuentra en ríos, mares, plantas, animales, en alimentos y en la sangre de multitud de personas de todo el mundo. La razón por la cual el uso de esta sustancia es peligroso es porque la superficie del teflón se deteriora rápidamente, no es estable y sus partículas no tiene la dureza necesaria para evitar que el C-8 se volatilice. Si bien sus cualidades antiadherentes son buenas, no lo es su durabilidad.
Si se decide utilizar utensilios revestidos con teflón hay que tener cuidado de no someterlos a temperaturas elevadas, siempre por debajo de 160ºC y desecharlos en cuanto la superficie sufra algún deterioro como ralladuras, roces o erosiones.
Plásticos
Son altamente contaminantes en su producción, muy pocos son biodegradables y casi ninguno reciclables. En su composición se encuentran sustancias que interfieren en las funciones de nuestro sistema hormonal, generando como consecuencia alteraciones, sobretodo en fetos y niños.
Entre las más peligrosas se encuentran los Ftalatos (dan flexibilidad a los plásticos) y Bisfenol A (componente del policarbonato, envases de comidas, lastas, etcétera). Una parte de estas sustancias pasa a los alimentos de forma inevitable, por ello se deben eliminar de la cocina. Sobretodo se debe evitar calentar en ellos ni tampoco poner comida caliente, grasas, líquidos o ácidos. El más inestable de todos es el film de cocina.
El único plástico que recomienda la Organización Mundial de la Salud para estar en contacto con los alimentos es el polipropileno por ser resistente al calor y estable en contacto con ácidos y alcalinos.
Cobre
No es adecuado para cocinar en él, para este fin hay que recurrir a utensilios de cobre recubiertos de acero inoxidable. En el caso de utilizar utensilios de cobre hay que evitar que entren en contacto con sustancias ácidas como el vinagre, limón, frutas o tomates, ya que la reacción química que se produce aumenta los niveles de intoxicación por este metal de forma considerable.
Materiales seguros
Se trata de un polímero sintético de los silicatos que se obtiene a partir de la sílice de la arena. Se utiliza en la fabricación de moldes, espátulas y otros utensilios que, además de ser antiadherentes, son flexibles. Tiene la ventaja de ser un material estable e inerte, esto quiere decir que no reacciona en contacto con el alimento. Además, resiste bien las altas temperaturas y la congelación.
Vidrio
Se fabrica con sílice, sosa y cal. Es un material inerte y no poroso que resiste bien a los cambios de temperatura. Eso sí, debemos tener cuidado con los vidrios que tienen añadidos metales pesados, por ejemplo los cristales de vidrio fino, que contienen plomo.
El vidrio borosilicato nos da garantías en la cocina porque no contiene metales pesados ni reacciona con ningún material ni con el calor. Es una buena alternativa para sustituir recipientes de plásticos, para cocina e incluso congelar.
Esmaltados de porcelana
Siempre que no estén rallados ni desconchados, no desprenderán ningún componente tóxico. Los utensilios de barro no deben estar esmaltados. En caso de tener esmalte, el fabricante debe certificar que no contiene plomo.
Titanio
Se caracteriza por ser inerte, atóxico, duro y resistente. No produce alergias, por ello se emplea también en cirugía y para prótesis e implantes. Muchos utensilios de cocina lo incorporan en el revestimiento, dando lugar a un antiadherente muy resistente y estable.
Cerámica en utensilios de corte
Los cuchillos de cerámica son una alternativa perfecta a los tradicionales de acero inoxidable (al cortar con estos hay una transferencias de iones metálicos en la zona de corte del alimento). Están elaborados con cerámica-zirconio de la más alta calidad, en condiciones de elevada presión y temperaturas de 1.500ºC. Con cerámica japonesa se fabrican mandolinas, peladores, ralladores… hasta molinillos.
Madera y bambú
Son los materiales tradicionales para las tablas de corte, cucharas, espátulas. Una vez limpios tras su uso, no deben transferir nada a los alimentos y resisten bastante bien el calor de la cocina, con lo que componen buena parte de los utensilios más seguros que podamos tener en nuestra cocina. Ahora bien, debemos tener en cuenta que se trata de un material poroso que, de no estar bien limpio, puede acumular bacterias.
Tanto para nosotros como para la preparación de los alimentos de nuestros peques, tener en mente los utensilios adecuados para mantener una seguridad total es algo imprescindible. Así que, ya sabéis, cuando vayáis a escoger materiales, tened en mente la lista que os acabo de escribir.
Fotos | LinaMon; Gonzalo Malpartida; EvaSan; ; Anna Mayer; Alberto Rincón
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