Las principales inquietudes de las mujeres tras someterse a una cesárea suelen ser: ¿cuánto tarda en cicatrizar la herida?, ¿cuándo dejará de doler?, ¿cuánto tengo que esperar para hacer deporte o vida normal?, ¿quedará bien la cicatriz? Lo que la mayoría de ellas no saben es que la fisioterapia les puede ayudar, mejorando la movilidad y la estética de la cicatriz y, además, flexibilizándola a nivel interno.
¿Cómo es una cesárea?
Normalmente se efectúa un corte unos dos centímetros por encima de los huesos del pubis, en dirección horizontal y suavemente curvado hacia arriba. Además de por la escasa visibilidad de la futura cicatriz, se suele realizar así porque al seguir las líneas naturales de tensión de la piel, puede producir menos tirantez en los bordes de la herida, de modo que el resultado estético suele ser mejor; pero principalmente porque proporciona un mejor cierre de la pared abdominal y del útero, menor riesgo de rotura uterina en un embarazo posterior y menor dolor postoperatorio.
Para llegar a la profundidad del útero y sacar al bebé es preciso atravesar hasta cinco capas de tejido:
- La piel.
- La capa de grasa subcutánea.
- La aponeurosis que recubre la musculatura abdominal. Los músculos abdominales normalmente no se cortan, sino que se abre un hueco entre ellos y se apartan los lados.
- El peritoneo (membrana que envuelve la pared del abdomen por dentro) hasta llegar al útero, donde se separa la capa que lo recubre y lo une a la vejiga.
- La parte baja del útero y la bolsa amniótica, para permitir que salga el líquido amniótico, y por último el bebé y la placenta.
Actualmente, se llevan a cabo técnicas quirúrgicas cada vez menos agresivas, en las que muchas de las incisiones se realizan en el lugar en el que los tejidos presentan menor resistencia y donde existen menos vasos sanguíneos, reduciendo de este modo los daños y hemorragias. Aun así, que el corte sea en vertical u horizontal, su tamaño, o la cantidad de tejido que se vea afectado acabará dependiendo en gran medida de la urgencia de la cesárea, del tamaño o posición del bebé, y de muchos otros factores.
¿Cuánto tarda en cicatrizar un cesárea?
Hay que tener en cuenta que la cesárea se trata de una cirugía mayor abdominal y que, por tanto, requiere más tiempo de recuperación que un parto por vía vaginal.
La cicatriz que se forma después de la cesárea no sólo existe a nivel de la piel, que va a ser la zona visible, sino que hay multitud de capas de tejidos diferentes que, una vez suturadas con un material que será reabsorbido por el organismo, tienen que cerrarse y cicatrizar del mismo modo que lo hace la piel. En el caso de estas regiones profundas el proceso de cicatrización puede durar de uno a tres meses (varía en función del procedimiento quirúrgico que se haya utilizado y de las condiciones propias de cada persona), mientras que el del tejido cutáneo suele tardar 7 o 10 días.
Se considera que el útero tarda unos 18 meses en alcanzar una cicatrización completa y adecuada, por lo que se recomienda prevenir un nuevo embarazo hasta pasados por menos dos años.
En aproximadamente un tiempo que oscila entre 4 y 6 semanas, según indique el ginecólogo, la recién estrenada mamá podrá regresar a sus actividades habituales entre las que se incluye el ejercicio físico, la carga de pesos, etcétera.
Una buena higiene
Es muy importante cuidar la herida manteniéndola siempre limpia y seca para evitar infecciones, especialmente en mujeres con cierto grado de sobrepeso en las que la piel del abdomen puede caer sobre la herida humedeciéndola. Es normal la presencia de dolor, picor y enrojecimiento leve de la cicatriz. Pero si estos son excesivos, y además la herida está inflamada, supura, sangra o se abre algún borde, es preciso acudir al médico o matrona de referencia.
Cuidado con la cicatriz
Una vez la herida está bien cerrada se podrá comenzar a realizar el masaje de la cicatriz. En un primer momento, se puede hacer un automasaje. Durante tres semanas consistirá en fricciones con las yemas de los dedos, suaves y sin producir dolor, arrastrando la piel en dirección a la herida, a unos dos centímetros de ella y acercándonos cada vez un poquito más según pasan los días y ceden las molestias.
Se realiza sin ningún tipo de crema o aceite y la intención será que se deslice poco a poco la piel sobre los tejidos que hay bajo ella para, entre otras cosas, evitar que se adhieran y para reducir la hinchazón. Después se puede aplicar aceite de rosa mosqueta o cualquier otro producto que nutra e hidrate la cicatriz.
Tratamiento de fisioterapia para la cicatriz de la cesárea
A partir de la tercera o cuarta semana es conveniente que el tratamiento lo haga un fisioterapeuta. Mucha gente lo desconoce, pero las cicatrices se pueden y deben tratar tanto externamente, a nivel superficial, que es la parte que se ve, como a nivel profundo. Con mucha mayor razón las que alcancen órganos internos, ya que la rigidez del nuevo tejido que forma la cicatriz puede dar problemas de movilidad, dolor y de sensibilidad incluso meses después de haberse producido la cirugía, en esta caso la cesárea.
A nivel superficial, trataremos de evitar que la cicatriz quede tirante, engrosada, dura y retraída. Cuando esto ocurre, la cicatriz parece hundida entre dos pliegues de piel, lo cual puede mejorar enormemente con un adecuado tratamiento, sobre todo si este se realiza en los dos o tres primeros meses tras la cesárea. Suele consistir en un masaje específico que flexiblizará la cicatriz y los tejidos que la rodean.
Después de pasados de uno a tres meses de la cesárea, según los casos y según vayan desapareciendo las molestias, iremos alcanzando poco a poco tejidos más profundos. Se trata de movilizaciones realizadas con las manos cuya finalidad es disminuir la posible rigidez de estos tejidos, favorecer el movimiento de las distintas capas afectadas por la cirugía y evitar que se formen o mejorar las posibles adherencias que se pueden producir entre algunas vísceras y el tejido cicatrizal de la cesárea y que podrían dar lugar, por ejemplo, a dolores intestinales, lumbalgias por cambios en la postura debidos a la retracción de tejidos de la parte anterior del tronco, aumento del dolor menstrual, etcétera.
Conclusión
El masaje de la zona, realizado por un fisioterapeuta, además de evitar problemas de cicatrización, consigue que la cicatriz tenga un mejor aspecto. La cicatriz se debe tratar para disminuir la rigidez de los tejidos y evitar que se formen adherencias.
Fotos | sari dennise; beauty glimpse; justhiggy