En este artículo vamos a repasar algunas de las preguntas más frecuentes relacionadas con el parto. Resulta sorprendente como algunas de estas cuestiones son clásicas, pues se repiten constantemente en las consultas ginecológicas. Otras, sin embargo, surgen a raíz de un mayor interés por parte de las mujeres a entender el proceso del parto, o de completar lo “estudiado” por Internet, o simplemente después de una amena charla con una amiga que conoce a alguien que le pasó.
En cualquier caso, las inquietudes están ahí, y es obligación de los ginecólogos tratar de dar la explicación más comprensible posible para tranquilidad de sus pacientes. Si lo que os indico a continuación no fuese suficiente, ante la mínima duda consultad con vuestro especialista.
¿Qué es eso de despegar las membranas? ¿Por qué se sangra cuando se hace?
La maniobra de Hamilton, que es como se denomina esta técnica, consiste, efectivamente, en intentar disecar, despegar con el dedo, las membranas corioamnióticas de la pared uterina. Dicha maniobra la realizan los ginecólogos con el objeto de estimular al útero para que aparezcan contracciones y, con suerte, se produzca el inicio del parto. No es una técnica que haya que usarse en todos los casos.
Las gestantes a término, con un cuello uterino favorable y que ya hayan comenzado a experimentar algunas contracciones más o menos esporádicas son las candidatas a este tacto modificado. No garantiza el éxito siempre, pero sí que ayuda a desencadenar el parto en bastantes mujeres. Esta maniobra suele acompañarse de un sangrado escaso, poco importante y que no ha de preocuparos si apareciere.
¿La anestesia epidural es buena? ¿Es cierto que puede parar el parto?
La anestesia epidural es una técnica médica dirigida a aliviar el dolor de toda la región pélvica y de hemiabdomen inferior. No es exclusiva para el parto, sino que se utiliza desde hace muchos años en determinadas cirugías, y tras comprobar su inocuidad, tanto en las embarazadas como en los fetos, se empezó a usar en Obstetricia.
Como todo acto médico, tiene sus efectos secundarios, sus riesgos y sus contraindicaciones. Si sopesamos todo esto con el beneficio que se obtiene (aliviar el dolor del parto, el más intenso para el ser humano, según algunas fuentes), claramente gana este último.
Paradójicamente, y tras poderse garantizar la epidural a todas las parturientas en España surge desde hace poco un movimiento anti-epidural. Sea como sea, la anestesia epidural ha demostrado ampliamente su efectividad en el parto, es obligación de los profesionales sanitarios ofrecerla y es decisión de la mujer recibirla.
¿Es mejor una cesárea programada que un parto normal?
La cesárea es una intervención quirúrgica y como tal conlleva más riesgo que un parto, sobre todo para la madre. Los ginecólogos reservan la cesárea para aquellos momentos que requieran una actuación obstétrica urgente porque peligre la vida de la madre, del feto o de ambos, o para los casos en los que se sepa de antemano que el parto natural o eutócico fuera imposible o estuviera contraindicado.
Aunque pueda ser cierto que en una cesárea el periné y la pelvis materna no sufren tanto como en un parto, en cambio sí que hay otras consecuencias directas de la cirugía, potencialmente más traumáticas: los tejidos involucrados quedan debilitados por la cicatriz, perdiendo resistencia y elasticidad.
No se puede decir que la cesárea sea el fracaso de la obstetricia, pero tampoco se puede tomar como una alternativa al parto sin una causa médica que lo justifique.
¿Qué ejercicio se puede hacer para que se inicie el parto?
Si durante el embarazo se ha practicado algún tipo de actividad física, ese hábito ayuda a estimular que el parto se desencadene. Si, por el contrario, no se ha realizado ejercicio físico en la gestación, un paseo tranquilo por la tarde-noche de una hora de duración puede facilitar la tarea. Sobre todo porque a esa hora es más probable que aparezcan las contracciones de Braxton-Hicks. Y porque al caminar, por efecto de la gravedad, la cabeza fetal presiona el cuello del útero y estimula la aparición de oxitocina, hormona que interviene directamente en la provocación de contracciones uterinas.
Por este motivo, aun sabiendo lo molesto que llega a ser, se indica que si aparecen las primeras contracciones la mujer no se quede tumbada, sino que aprovechen para caminar. Eso es lo que más puede ayudar.
¿Es recomendable mantener relaciones para provocar el parto?
Efectivamente, las relaciones sexuales completas pueden estimular el cuello uterino e incluso que aparezcan las contracciones. La razón de todo esto es que el semen lleva en su composición unas proteínas, las prostaglandinas, que intervienen en varios procesos del organismo y entre ellos está la modificación del cuello uterino: ablandamiento, centrado, borrado y dilatación. Algo parecido realizan los obstetras para inducir el parto, solo que con cantidades mucho mayores y más concentradas de prostaglandinas.
Lo malo es que las prostaglandinas tienen una vida media muy corta, por lo que su efecto no siempre es apreciable. Es por ello que no siempre se le indica a la mujer los beneficios de las relaciones sexuales para provocar el parto; por eso y porque no a todo el mundo le resulta atractivo tener sexo al final del embarazo. Pero con una buena sintonía con la pareja resulta una buena opción para tratar de que acontezca el parto y para recuperar buenos momentos.
¿Ante una cesárea la madre podrá hacer el “piel con piel”?
Hacer el “piel con piel” no es otra cosa que aproximar el bebé recién nacido al cuerpo desnudo de la madre (de ahí el nombre). Existe la teoría de que el contacto inmediato de ambos cuerpos tranquiliza al primero, que acaba de llegar a un medio totalmente distinto al que estaba acostumbrado y sufre un estrés (por otra parte fisiológico), mientras que a la segunda le relaja tener a su hijo con ella, resultando más fácil el alumbramiento, y fortaleciéndose el vínculo madre-hijo.
El hecho de hacerlo tras una cesárea no es tan fácil. Estamos hablando de una cirugía, por lo que la madre puede tener las molestias propias de la intervención, o incluso no tener fuerzas para poder tener adecuadamente a su bebé. La hora escasa de postoperatorio de la cesárea puede mantenerse al recién nacido en una cuna térmica, y cuando pase este tiempo y si la madre lo pide, se le acerca el bebé. Pero si sois de las que preferís el “piel con piel” inmediato y no hay contraindicaciones médicas, adelante. Otra posibilidad es que lo haga el otro progenitor mientras la parturienta se recupera.
¿Qué es el plan de parto? ¿Es necesario?
El llamado plan de parto es un documento en el que la mujer describe cómo quiere que este sea. Allí quedan reflejadas tanto las maniobras permitidas como las no deseadas por la futura mamá, así como las personas que pudieren estar presentes y/o intervenir en el parto o incluso la aceptación o el rechazo de la medicación. El plan de parto surgió como contraposición a una obstetricia excesivamente medicalizada, y da a la mujer potestad para decidir sobre todos y cada uno de los momentos del parto.
Es muy fácil elaborar un plan de parto, pues desde el Ministerio de Sanidad hasta Consejerías Autonómicas, pasando por profesionales e Internet se pueden conseguir y personalizar.
Ahora bien, el plan de parto no es estrictamente necesario. Creo que una buena charla con vuestro ginecólogo dejará todas las dudas despejadas sobre el parto, y que todas vuestras inquietudes serán respetadas siempre y cuando no haya un motivo médico para no hacerlo. No obstante, si pensáis elaborar un plan de parto, os recomendaría hacerlo con el asesoramiento médico adecuado.
¿Duele más un parto inducido que uno espontáneo?
A veces sí. En la inducción de un parto se emplean medicamentos compuestos por prostaglandinas, a dosis muy superiores a las fisiológicas, por lo que su efecto resulta a veces más intenso del deseado, y consecuentemente aparece más dolor en comparación con un parto de evolución natural.
¿Es mejor el parto en el agua que uno normal?
Este dilema es tan viejo como la obstetricia moderna. Desde que surgió la idea del parto en el agua han existido argumentos a favor y en contra de esta técnica.
El parto en el agua es, como su nombre indica, tener a la madre en una bañera grande y hacer que para allí. Hay madres que tuvieron a sus niños de esta forma y les encantó la experiencia, y otros a quienes no agradó. El caso es que lo ofrecen como una alternativa ventajosa respecto al parto eutócico, desde el momento en que, según los estudios, hay menos dolor y el parto dura menos.
Sin embargo, este mismo año, tanto la Asociación Americana de Ginecología y Obstetras como la británica (Royal College of Obstetricians and Gynecologists) han llegado a la conclusión de que esta modalidad de parto no ofrece ventaja alguna respecto al parto normal en cuanto a la fase del expulsivo y al propio nacimiento del bebé, las dos etapas más importantes del parto, pudiendo incluso perjudicar al bebé. Este tipo de actuación hay que decidirlas tras una adecuada información.
¿Qué es un parto instrumentado?
A veces durante un parto se llega a un momento en el que la cabeza del feto no progresa por el canal del mismo, pero tampoco se puede hacer una cesárea porque dicha cabeza está demasiado baja. En ese momento los obstetras recurren a instrumentos que les permiten ayudar a ese feto a que continúe su camino hacia el exterior. Son la ventosa, el fórceps y las espátulas. Cuando se utilizan se habla de un parto instrumentado.
Es verdad que el uso de estas ayudas puede conllevar más complicaciones que un parto normal. Sin embargo, actualmente sus indicaciones están muy bien delimitadas, con lo que disminuyen los riesgos, aparte que los profesionales se cuidan mucho de realizarlos cuando no hay más alternativas posibles, y utilizan sólo aquellos con los que están entrenados y con lo que tienen más pericia. Su compromiso es velar por la salud tanto de la madre como del bebé que va a venir, y en base a dicho compromiso realizan su labor y toman decisiones.
¡Recuerda!
- Al despegar las membranas se puede sangrar levemente. No te preocupes.
- Si no deseas la epidural no te la pongas. Tú decides.
- Es mejor un parto normal que una cesárea programada.
- Si empiezan las contracciones no te quedes parada. Camina.
- El sexo estando a término a veces desencadena el parto.
- El piel con piel no es una obligación para ti. Puede hacerlo tu pareja.
- No hay mejor plan de parto que una charla con tu ginecólogo.
- El parto en el agua no aporta ventajas respecto al parto normal.
- Un parto instrumentado no implica necesariamente más riesgo per se.
Fotos | FotoChesKa; SantaRosa OLD SKOOL; drlopezheras; photokappa; acjetter
[…] el tocólogo solo actuará cuando se presenten complicaciones, determinando si hay que realizar un parto instrumental (ventosa, espátulas o fórceps) o una cesárea. Durante la dilatación, permanecerás en una […]