Se ha definido de muchas maneras, pero se considera habitualmente bronquiolitis al primer episodio de sibilancias o pitos en el pecho, en el contexto de un proceso respiratorio de origen vírico y que afecta a niños menores de 24 meses. Es decir, es una infección producida por virus en la que se inflaman los bronquios y los bronquiolos, que son los conductos más pequeños que llevan el aire dentro del pulmón.
¿Qué lo produce?
Aunque son varios los virus que pueden provocar la bronquiolitis, el más habitual y que puede ser el causante del 75 por ciento de los casos es el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), más común de noviembre a marzo. Muchos niños se contagian por este virus los primeros años de su vida, pero no todos presentan bronquiolitis, y cuando padecen la enfermedad, la mayoría de las veces son cuadros leves; sólo algunos pequeños tendrán que ingresar en el hospital.
Hay otros virus que pueden provocar la enfermedad como adenovirus, influenza, parainfluenza, metapneumovirus… pero son menos frecuentes.
¿Cuánto tiempo dura?
Aunque en la mayoría de los casos la afectación es muy leve, la bronquiolitis suele durar entre siete y doce días, pero la tos puede permanecer muchos más días y no es preciso, de forma habitual, tomar medidas extraordinarias.
Después de padecer una bronquiolitis, algunos niños, cada vez que se acatarran pueden presentar de nuevo sibilancias y dificultad respiratoria, sobre todo durante el primer año tras la enfermedad. Esto se debe a la afectación bronquial producida por el virus que no ocurre igual en todos los niños y no debe ser motivo de preocupación, ya que no es signo de mal pronóstico.
¿Cómo se contagia?
Se contagia inhalando partículas infectadas provenientes de otros niños, por eso las guarderías o la presencia de hermanos facilitan el contagio. También puede producirse a través de objetos previamente contaminados con el virus y que el niño se lleva a la boca o a la nariz.
La bronquiolitis suele comenzar con mucosidad, tos y a veces fiebre, como un cuadro catarral más. Pero al cabo de unas horas empieza la inflamación de los bronquios y por lo tanto, en algunos casos, la dificultad para respirar. Así, la respiración del niño se hace más rápida y dificultosa, empeora la tos y se pueden escuchar las sibilancias.
¿Cómo se trata?
Ya que la mayoría de los casos son leves, no suelen precisar tratamiento farmacológico, salvo los indicados para aumentar la comodidad del niño. El pediatra puede mandar un tratamiento inhalado y cómo aplicarlo. Debemos seguir siempre sus indicaciones. Por nuestra cuenta nunca hemos de usar antibióticos, jarabes para la tos, mucolíticos o descongestionantes nasales.
Aunque es poco frecuente, algunos niños precisan ingreso hospitalario. En ese caso, lo habitual es que se recoja una muestra de moco nasal para estudiar el virus que produce la enfermedad. Si se ingresa al niño, se realizarán todos los estudios analíticos o radiográficos y se aplicarán los tratamientos que se consideren pertinentes según su evolución.
No existe un tratamiento específico para la bronquiolitis, dado que es una enfermedad vírica, los antibióticos no son efectivos, por tanto no están indicados, salvo que se produzca alguna complicación, como una sobreinfección bacteriana.
El tratamiento se basa fundamentalmente en una serie de cuidados generales que se pueden realizar de forma sencilla en casa, vigilando determinados signos de alarma, que pueden hacer sospechar que el niño está empeorando y por lo tanto debería ser valorado por un pediatra.
Si tu bebé tiene bronquiolitis, toma nota de estos consejos:
- Realízale lavados nasales con suero fisológico o con una solución salina y aspira las secreciones en caso que sea necesario, así ayudarás a mantener su nariz despejada.
- Eleva ligeramente la cabecera de su cama o cuna y colócalo boca arriba, así se encontrará en una posición semiincorporada, que le ayudará a respirar mejor.
- Si tiene fiebre, adminístrale antitérmicos.
- Fracciona las tomas, ofreciéndole líquidos y alimentos en pequeñas cantidades y de forma frecuente, para mantener un correcto estado de hidratación.
Y para prevenir:
- Lávate frecuentemente las manos antes y después de tocarle a él o sus objetos personales. El virus respiratorio sincitial se contagia a través de las vías respiratorias.
- Evita que tu bebé esté en contacto con adultos y niños acatarrados en épocas de epidemia de bronquiolitis.
- No le lleves a la guardería, ya que podría contagiar a otros niños. Evita llevarlo en época epidémica, sobre todo, si es menor de tres meses o nació prematuro.
- Evita que se fume cerca de él. El humo del tabaco agrava la bronquiolitis.
- Evita lugares cerrados y con grandes aglomeraciones.
- Dale el pecho. Los niños amamantados al pecho tienen bronquiolitis más leves.
Fotos | Tim Samoff; Joshua Nixon; Jason Garber
Medicina para tu Hogar says
Muy buena información. Como médico quiero agregar que la Bronquiolitis aguda se define como el primer episodio de dificultad respiratoria con sibilancias, de causa infecciosa, en un niño de menos de dos años de edad (bronquiolitis aguda típica) y constituye la causa más frecuente de enfermedad y de hospitalización en menores de un año. La transmisión se produce por vía respiratoria, pero también es posible mediante fómites (juguetes, objetos, etc). Cursa en brotes epidémicos que se inician habitualmente en el mes de octubre y finalizan en el de marzo.