En verano los niños pasan mucho tiempo al aire libre. Ellos son curiosos por naturaleza y eso les anima a coger cualquier cosa que se encuentren por el suelo, además disfrutan revolcándose en la hierba y haciendo pequeños ramilletes de flores para mamá. Así, están más expuestos a sufrir ataques de mosquitos, abejas, tábanos u otros insectos.
Las picaduras suelen provocar prurito e irritación de la piel, que aunque son leves, resultan molestos para los pequeños que no entienden por qué les duele, sobre todo si son bebés. Por eso conviene prevenir las picaduras y saber qué hacer si los insectos atacan a nuestro pequeñín.
Garrapata
Este parásito se queda adherido a la piel, por lo que la picadura se reconoce fácilmente. Otras veces, solo se aprecia unos días más tarde una hinchazón leve y una costra negra.
Qué hacer. Empapar un algodón con aceite y aplicar sobre la garrapata durante unos 30 minutos para matarla. Luego coger la cabeza con unas pinzas y tirar de ella. Es importante desinfectar la herida con agua, jabón y después aplicar povidona yodada.
Grave. La garrapata puede transmitir algunas enfermedades, como la fiebre botonosa, por lo que hay que acudir al médico si no conseguimos desprenderla o si el pequeño tiene fiebre.
Prevenir. Este insecto vive en la maleza y pica sobre todo en el cuero cabelludo, la nuca, las axilas y detrás de las orejas, por lo que conviene revisar estas zonas tras un paseo por el campo. Se alimenta de la sangre de su huésped, así que cuanto antes se detecte más fácil será de eliminar.
Tábano
Le lesión se hincha y pica. A diferencia de la picadura de mosquito, duele y puede llegar a sangrar.
Qué hacer. Lavar la picadura con agua y jabón. Si el niño se queja de que le molesta, se puede aplicar una solución de calamina (de venta en farmacias).
Grave. Si el insecto se ha introducido en la nariz o el oído, hay que echar agua y llevarle a urgencias a continuación.
Prevenir. En zonas cercanas a ríos y pantanos, conviene vestir al pequeño con una camiseta de manga larga, pantalones largos y calcetines, todo de color claro, que repele a los insectos. También puede ser útil aplicar sobre su ropa y cuello una loción para niños repelente de insectos (de venta en farmacias).
La picadura produce un dolor intenso y la aparición de un habón rojo de unos dos centímetros que se inflama mucho y disminuye poco a poco en las horas siguientes.
Qué hacer. El aguijón de la abeja, que contiene las sustancias que causan la reacción inflamatoria, se queda clavado en la piel tras la picadura, por lo que es aconsejable extraerlo con unas pinzas. Después, hay que lavar la lesión con agua y jabón y aplicar compresas frías (hielo envuelto en un paño). La picadura de avispa se distingue de la de abeja porque el aguijón no se queda clavado. Para aliviar el dolor es suficiente con lavar la lesión con jabón bajo un chorro de agua fría y aplicar hielo envuelto en un paño.
Grave. Hay que acudir a urgencias de inmediato si se observa una inflamación grande, progresiva y duradera, sobre todo si se localiza en el cuello o en la boca, o si el niño respira con dificultad.
Prevenir. Abejas y avispas se sienten atraídas por la comida, la ropa de colores llamativos, el perfume y el agua estancada. Así que en verano es mejor vestir al pequeño con prendas de color blanco y evitar el uso de colonia. Atacan si se trata de espantarlas, así que hay que enseñar al niño que lo mejor es ignorar a estos llamativos bichitos.
Hormiga
La picadura de este insecto produce enrojecimiento de la piel, picor y molestias leves.
Qué hacer. Aplicar frío local para aliviar el malestar.
Grave. Algunos niños son alérgicos la ácido fórmico que desprende este insecto. Si se observa que el pequeño respira con dificultad o está pálido, hay que llevarlo a urgencias de inmediato.
Prevenir. Se refugia en grietas de las paredes o el suelo de las casas, y suele picar por la noche. Si se observa un gran número de hormigas, hay que fumigar.
Mosquitos
En el lugar de la picadura aparece una pequeña zona enrojecida, con hinchazón y picor.
Qué hacer. Lavar la lesión con abundante agua fría y jabón. Si el pequeño tiene varias picaduras o el prurito es muy intenso, se puede aplicar una solución de calamina (de venta en farmacias).
Grave. No es frecuente, salvo en zonas donde hay malaria. Si se viaja a un país tropical, hay que averiguar si es necesario realizar profilaxis.
Prevenir. Evitar las zonas húmedas, cercanas al agua, sobre todo a la caída del sol, que es cuando proliferan estos insectos. Hay que vestir al niño con camisetas y pantalones largos y aplicar repelente encima del protector solar en las zonas descubiertas, evitando la boca, los ojos y las manos. En casa, es útil colocar mosquiteras en las ventanas o en la cama del niño y repelentes eléctricos (fuera de su alcance), y procurar no echar al pequeño colonia ni otros productos con olor dulzón antes de dormir, ya que eso les atrae.
Oruga
En contacto con este insecto provoca una reacción alérgica con habones agrupados en la zona afectada que pican mucho.
Qué hacer. Lavar la lesión bajo el chorro de agua para retirar los pelillos que hayan quedado adheridos a la piel y aplicar paños fríos durante unos diez minutos.
Grave. Si el niño está muy molesto o tiene mucho picor, conviene acudir al médico.
Prevenir. La oruga vive en pinares, y ataca soltando sus pelos si la molestan. En el bosque el niño debe llevar pantalones largos y camisetas de manga larga. Hay que evitar sentarse bajo los pinos en primavera. En caso de picadura, es recomendable cortar las uñas al niño para que no infecte las heridas si se rasca.
Produce una mancha roja en la piel con dos puntos centrales. Puede causar dolor, náuseas y malestar general.
Qué hacer. Lavar la herida con agua y jabón y aplicar compresas frías durante unos diez minutos. Después, cubrir con una gasa.
Grave. Solo es peligrosa la picadura de la viuda negra (poco frecuente), esta produce a la media hora dolores musculares, sudoración, agitación y ansiedad. Hay que llevar el niño al médico si no mejora con los primeros auxilios.
Prevenir. Se esconde bajo las piedras o en los arbustos y pica solo si se la toca o si se espanta, por eso es importante enseñar a los pequeños que no deben levantar las piedras ni molestar a este insecto. En el campo es aconsejable sentarse sobre un manta.
Pulga
Suele producir muchas picaduras concentradas en una zona de la piel, que pican y escuecen.
Qué hacer. Aplicar compresas frías en las lesiones y lavar la ropa de la cama, donde puede estar escondido el insecto. También hay que lavar la ropa del niño, aspirar bien alfombras y moquetas y desparasitar a los animales domésticos, que son los portadores de estos parásitos.
Grave. Su saliva puede provocar alergia, así que si se observa una erupción o urticaria en la piel del pequeño, hay que consultar al médico.
Prevenir. Se encuentra en lugares cálidos, como el pelo de los animales o la parte interior de la ropa, que está en contacto con el cuerpo. Para evitarlas, hay que vacunar a las mascotas y ponerles collares antipulgas y vestir al niño con prendas de color claro.
Chinche
La mordedura de este insecto produce ronchas rojas agrupadas en una zona del cuero, que pican.
Qué hacer. Lavar las heridas con agua y jabón. Procurar que el niño no se rasque para evitar que se lesione la piel. Si tiene muchas picaduras o el prurito es muy intenso, se puede aplicar una solución de calamina.
Grave. No se conocen. Solo las molestias derivadas de la picadura.
Prevenir. El chinche se refugia en las paredes de las casas y en la cama. Un repelente eléctrico lo mantendrá alejado.
Fotos | Claudio Núñez; La Veu del País Valencià; Brian Norwood