Estamos cansados de ver mensajes para evitar que fumemos pero, ¿realmente son efectivos? Según los datos de los telediarios parece que sí pero ni con esas se consigue dejar el hábito del tabaco. Para los que no son fumadores, como es mi caso, aguantar el humo de los demás a veces se convierte en una tarea insoportable… y mucho más si alguno de los peques están cerca. Al igual que yo, son millones las personas que no desean sufrir de tabaquismo pasivo. ¿Te unes?
¿Cuáles son los efectos del tabaco en el feto?
- Parto prematuro y bajo peso al nacer.
- Alteración de la función pulmonar: el tabaquismo pasivo en el feto impide el correcto desarrollo de las vías aéreas y altera las propiedades del pulmón.
- Complicaciones obstétricas que pueden afectar al recién nacido: aborto espontáneo, embarazo etópico, placenta previa, desprendimiento de placenta…
¿Y en bebés y niños?
- Los niños expuestos al humo del cigarrillo tienen más riesgo de sufrir de asma, alergia, otitis y eczema.
- Más probabilidades de sufrir la muerte súbita del lactante, es decir, de morir repentina e inesperadamente.
- Mayor riesgo de ser hospitalizados por problemas respiratorios.
¿Cuántas embarazadas fuman en la gestación?
Diversos estudios indican que en España cerca de la mitad de las mujeres son fumadoras al iniciar un embarazo y, contrariamente a lo que se podría esperar, menos de la mitad de ellas abandonan este consumo durante la gestación. Así, se encuentran derivados de la nicotina en la sangre del cordón umbilical en uno de cada tres recién nacidos, cifras que duplican a las halladas en países del entorno europeo.
¿Cómo evitar que sean fumadores pasivos?
Algunos padres fumadores, conscientes y preocupados por la exposición de sus hijos al humo de tabaco en sus hogares, intentan minimizar los riesgos mediante diversas conductas. Se ha investigado sobre la efectividad de ellas analizando la presencia de un derivado de la nicotina, la cotinina, en la orina de los niños expuestos. Fumar dentro de la casa en una habitación cerrada, o en un balcón, jardín o patio con la puerta abierta provocará la presencia de mayores o menores niveles de esa sustancia en la orina de los niños, pero siempre estará presente.
En aquellos casos en que se fuma fuera de la casa con la puerta cerrada disminuye la exposición, convirtiéndose esta práctica en la más efectiva para disminuir el contacto con el humo del tabaco si no se puede evitar su consumo en el domicilio. Parece evidente que la única forma de evitar que un niño sea fumador pasivo en su casa es eliminar el tabaco del hogar.
¿Qué debemos hacer?
- No fumar en la casa, ni permitir que otros lo hagan.
- Si los niños conviven con fumadores, estos deben dejar de hacerlo, o en su defecto, fumar fuera de ella.
- No permitir que niñeras ni otras personas que trabajen en el hogar fumen dentro de casa o cerca de los niños.
- No permitir fumar en el automóvil.
- Ensalzar las virtudes de no fumar y destacar sus efectos negativos como el mal olor en la boca, los dedos amarillos, la ropa apestosa, la respiración corta y la disminución de la capacidad pulmonar.
- No permitir que los niños manejen o jueguen con las cajetillas, mecheros o cerillas.
- No acudir a lugares, como bares o restaurantes, que no dispongan de zonas habilitadas para no fumadores.
Y con toda esta información y consejos, depende de vosotr@s actúar en consecuencia y evitar que vuestros hijos se conviertan en sufridores del tabaquismo pasivo y, en la mayoría de los casos, potenciales fumadores.
Foto | DucDigital; ~zipporah~; Stefano Corso