Anteriormente hablábamos de las muchas ventajas que existen en las familias numerosas, sin embargo, es indiscutible que también existen algunos “contras”, aunque no sean lo suficientemente poderosos para tirar por tierra los “pros”
¿Cuáles son esos “contras”? Como es lógico no se puede generalizar, ya que cada familia está en diferentes condiciones. Teniendo esto en cuenta, podemos enumerar algunos puntos, como por ejemplo:
– Es inevitable que, a mayor número de miembros, exista un mayor gasto.
– Varios hijos va a suponer, más trabajo en casa. Por lo que a veces se hace indispensable la ayuda de terceras personas, como los abuelos, canguros, etc., sobre todo cuando los dos padres trabajan fuera de casa.
– El espacio en casa se verá reducido a medida que van llegando hijos, por lo que, ese pisito de tres habitaciones, puede llegar a quedarse pequeño y se necesite una nueva vivienda.
– En un coche normal, hay espacio para 5, por tanto, más de 3 hijos supondrá cambiar de coche.
– Las salidas, como las vacaciones, se deberán planificar teniendo mayores puntos en cuenta, especialmente cuando se pide opinión a los hijos. Seguro que mientras unos hermanos prefieren la montaña, los otros preferirán playa.
– También durante las vacaciones, las excursiones tenderán a limitarse. Mientras que una familia con un hijo, puede permitirse ir a todos los parques, zoos, etc., lo que tengan más hijos tendrán que pensárselo dos veces.
– Si unos padres con un solo hijo ya ven reducido el tiempo para sí mismos, con más de uno, ese tiempo se limitará aún más.
– Que siempre haya algún hijo enfermo estará a la orden del día (especialmente invierno), y que se contagien las enfermedades de unos a otros, también será algo normal.
Pese a todo, los que por voluntad propia hayan decidido formar una familia numerosa, todos estos contras, los afrontarán con buen humor, paciencia, y sobre todo con mucho amor.
Imagen: Lance Shields.