En la anterior entrada comentábamos que es innegable que la llegada de un hijo suponga un gasto importante en un hogar, y que hay veces en que los padres se ponen nerviosos comprando cosas que después no llegan a utilizar.
Hoy, continuamos dando consejos para ahorrar en esas primeras compras. Recordamos que decíamos que lo imprescindible es la cuna, el cochecito, la silla del coche, la bañera y ropa (tanto de cuna, como de vestir, de baño, etc.).
– En el caso de tener claro que se le dará al bebé leche artificial, los padres tendrán que tener algunos biberones con tetinas adaptadas para los primeros meses. Si se compran los más grandes, éstos se podrán utilizar durante varios meses (cambiando cuando haga falta las tetinas). Si compramos pequeños, éstos habrá que cambiarlos pronto por necesitar echar mayor cantidad.
– También especialmente para los que de entrada vayan a utilizar leche artificial, tendrán que tener a mano un esterilizador.
– Un par de chupetes (estos sí, habrá que comprar los pensados para recién nacidos).
– Comprar artículos evolutivos o con varias funciones. Es decir, aquellos que podamos utilizar durante varios años adaptándolo o aquellos que cumplen varios propósitos. Por ejemplo, las tronas que se pueden convertir en silla y mesa (las cunas que se convierten en cama) o las bañeras que incorporan un cambiador (hay otros muchos ejemplos de esto).
– Cuando el niño comience a comer purés, se necesitará tener una batidora en casa, pero no necesariamente tiene que ser las que venden como específicas para bebés. Las normales valdrán perfectamente.
– Es importante ser práctico a la hora de comprar, si no queremos cansarnos pronto de lo que hemos comprado. Un claro ejemplo son los cochecitos, que a veces en las tiendas se ven perfectos, pero luego resulta que no caben en el maletero o que ocupan la mayor parte del espacio. Algo que a la larga acabará en una doble compra, ya que se tenderá a comprar otro.
Imagen: Daquella manera.