A veces los padres se complican demasiado la cabeza a la hora de adquirir un juguete con el que su bebé se llegue a entretener. Una opción que no suele fallar nunca, son las populares mantitas de juegos, esas que además de ofrecerles diversión, les ayudan a realizar diferentes actividades, ya que son útiles para perfeccionar los sentidos y los músculos (sobre todo los de la espalda y el cuello).
La estimulación sensorial es algo básico en los primeros meses de vida, y estas mantas por regla general, están estudiadas para justamente estimular tanto la vista (por los colores y formas), como el tacto (con diferentes texturas), y el oído.
Estas mantas las hay tanto para el suelo, como para camas o cunas, y también se conocen con el nombre de gimnasios de bebés. La mayoría incorpora en ellas mordedores, espejos y otros tantos accesorios que coinciden en ser llamativos debido a su gran cantidad de colores. Todo ello está pensado para llamar la atención del pequeño, y que este se esfuerce por conseguir llegar a todos esos accesorios, de manera que tendrá que levantar los brazos y las piernas, estirarse, girar, y todos esos movimientos con los que conseguirá coger fuerza en los músculos.
Por otro lado, las mantas enseñarán al bebé algo que a la larga resultará de gran alivio para los padres… aprenderá a jugar solo. Y por supuesto, también resultarán un estímulo para el bebé, ya que irá descubriendo que él mismo puede hacer cosas, por ejemplo, sentir que cuando da una patada a un determinado elemento, éste suena gracias a ese golpe que él le ha dado, o que al apretar un botón consigue hacer que aparezca un muñeco.
Muchas son las ventajas de las mantas de juego o los gimnasios de bebés, por tanto es un elemento importante para añadir a esa lista de la compra que los padres hacen antes de que éste nazca.