La fontanela es algo de lo que muchos padres oirán hablar durante el primer año o año y medio de la vida del bebé. Se trata de la parte blanda que se encuentra en la zona frontal de la cabeza. Los huesos del cráneo en esta etapa están separados, pero será cuestión de tiempo que poco a poco se vayan fusionando.
Esto a veces provoca en los padres un estado de preocupación, por ello muchos de ellos no pueden soportar ver como otros tocan o acarician la cabecita al bebé. Pero hay que tener en cuenta, que pese a que hay que tener un cuidado relativo, esta zona no es tan delicada como parece y que con algo tan simple como acariciarle la zona, no se le va a producir ningún daño. El cerebro está más protegido de lo que muchos padres piensan y por tanto no hay que darle mayor transcendencia al asunto de la que se merece.
¿Por qué la fontanela es así?, pues muy sencillo, los huesos de la cabeza tienen que ser flexibles para que el bebé pueda salir por el canal del parto. Existen varias clases fontanelas, aunque de las que más vamos a oír hablar serán de: la fontanela mayor (se encuentra en la parte superior), la posterior (encima de la nuca, la cual se osifica antes).
Se habla de cierre de la fontanela cuando, como ya decía, los huesos se cierran. Ese momento variará de un niño a otro, siendo la edad más común entre los 8 meses y los 20 meses. Pero hay que evitar agobiarse si tarda un poco más, cada bebé tiene su ritmo, y el pediatra será algo que irá controlando en cada una de las revisiones (para ello irá realizando mediciones de la cabeza), por tanto, mientras el especialista no diga lo contrario todo estará bien y no habrá nada de qué preocuparse.