Debemos tener claro que no debe haber alimentos prohibidos, ya que si nuestros pequeños se dan cuenta de que en algún armario está escondida alguna golosina, ésta se convertirá en objeto de deseo, intentarán conseguirla por todos los medios y si no lo logran les generará un sentimiento de ansiedad nada aconsejable. En su lugar, en casa, debe haber una amplia oferta de tentempiés saludables, así podrán “picar” entre horas y evitamos que lleguen al almuerzo o a la cena sin haber pasado hambre.
Pensemos que si nos observan consumiendo una pieza de fruta o un puñado de nueces, con toda seguridad, nos pedirán probar, con lo que permitimos que elijan por sí mismos alimentos sanos.
Atendiendo a la frase: “rico y sano van de la mano”, otra cuestión que no podemos olvidar, además de la presentación atractiva de los platos, es ofrecerlos sabrosos, siguiendo las costumbres gastronómicas tradicionales, lo que mejorará significativamente su apariencia y su sabor.
Dejemos que los niños experimenten con nuevos sabores. ¿Hacemos la prueba? Si tenemos que preparar un triturado de verduras con pollo, podemos añadir al plato un sofrito ligero de cebolla y, observando la expresión del receptor de la comida, sabremos si el cambio ha sido positivo. De ser así, podemos ofrecérselo de nuevo e ir introduciendo, de la misma forma, más alimentos.
La mejor conducta es animar a nuestros hijos a que prueben alimentos nuevos sin premio si lo comen, ni castigo si no lo hacen. En este aspecto es mejor mostrarnos neutrales, ya que si insistimos podemos animar a lo contrario.
Cada niño tiene su ritmo y sus preferencias y como todo proceso educable, pueden cambiar con el tiempo. Sin perder la paciencia intentaremos introducirlos pasados unos días y hasta pueden ser necesarias varios intentos, pero seguro que al final tendremos éxito.
A medida que van creciendo una buena costumbre es implicar a los niños en las tareas culinarias. Diversos estudios han demostrado que involucrar a los niños en los procesos de la elaboración de la comida facilita que estén dispuestos a probar cosas nuevas.
Imagen: mujer