Llega un momento en los que es irremediable tener que dejar al bebé con los abuelos, en la guardería, con una canguro, o con cualquier persona de confianza. El hecho de volver a trabar, o cualquier otra circunstancia, que impida a los padres poder llevar a su bebé consigo, provocan en los padres un puñado de dudas… la primera seguro que será si estará bien, o si lo va a pasar mal ante la separación.
Si ha llegado el momento del primer adiós, hay que decir, que probablemente terminen pasándolo peor los padres que los niños. Tan solo será cuestión de tiempo que ellos se acostumbren a alejarse de papá y mamá.
Cuando los padres tengan que enfrentarse al momento de la despedida, habrá que tener en cuenta los siguientes puntos:
- No hay que alargar el momento. La despedida se hará de forma rápida, con un beso y un abrazo, y diciéndoles siempre que papá o mamá va a volver a buscarlos.
- Los padres deben transmitir tranquilidad cuando dejen a su hijo.
- Nunca hay que irse a escondidas, ni aprovechar un momento del despiste para salir corriendo. Parece la opción más sencilla, pero sin embargo, será cuestión de tiempo que el bebé se dé cuenta de que los padres no están, y se sentirán abandonados.
- Despedirse de todos los días de la misma forma. Por ejemplo, llegar a la puerta, darle la mochila con sus cosas, darle un beso y un abrazo, y decirles que en un ratito papá o mamá volverá buscarlos.
- Llevarse algún objeto querido puede suavizar la despedida y consolarlos en los momentos en los que eche de menos a sus padres.
- Hay que ser constantes, y coger una rutina. De esta forma, los niños se adaptarán al cambio en muy poco tiempo.
Imagen: daft pupil