Un estudio que ha sido realizado por el Instituto de Educación de la Universidad de Londres muestra que el nivel cultural de los padres es más determinante en el desarrollo académico de los niños que su renta económica.
Es decir, cuando los niños tienen recursos educativos a su alcance, también tienen la mente mucho más rica y despierta para aprender. Un gesto tan sencillo como tener libros en casa y que los padres lean con regularidad el periódico, es un buen ejemplo para los más pequeños de la casa. Del mismo modo, los niños que leen libros de una forma voluntaria en su niñez también aprenden más.
El estudio ha sido realizado por Matt Brown y Alice Sullivan. La cultura es muy amplia por lo que también es positivo que en las familias se dé el ejemplo positivo a los niños de ver cine en televisión.
Escuchar música en casa también es estimulante para la mente infantil. Este tipo de rutinas son gratificantes porque potencian en el niño la comprensión lectora y su fluidez lingüística. Los niños que leyeron mucho a la edad de 11 años consiguieron progresos muy importantes en matemáticas, vocabulario y ortografía.
También es estimulante para inculcar el saber en los niños acudir con regularidad a la biblioteca. El niño puede ser socio desde una edad temprana para coger en préstamo lecturas infantiles para leer un rato antes de ir a dormir.
Los recursos económicos son vitales para poder favorecer una buena formación en los niños y hacer frente a los gastos de la vuelta al cole. Pero el nivel cultural de los padres es todavía más determinante, por ello, los padres también tienen que formarse de forma constante.
Fuente – Aprendemás
Foto – Qui Bolivia