La música siempre resulta una excelente opción para los niños, y a la gran mayoría, les llamará la atención algún instrumento en alguna etapa de su vida. Sin embargo, antes de que los padres se lancen a realizar un desembolso importante, no estará de más asegurarse de que realmente está interesado en aprender, o si no es más que un mero capricho pasajero.
Hay que hacer ver a los niños, que un instrumento les va a aportar muchas ventajas, pero también, que para hacerlo bien tendrán que ser constantes y deberán esforzarse mucho. Debido a que la constancia y el esfuerzo, son dos características fuertes, será importante que el niño realmente tenga ganas de hacerlo y que se divierta con ello. Si se aburre, y cae en desgana, el mero hecho de ir a clase, se convertirá en una pelea campal a la larga.
La edad para que un niño comience a tocar un instrumento concreto está sobre los 7 u 8 años. Respecto a qué instrumento es el más adecuado para el niño, la respuesta es clara, tendrá que ser aquel que él elija, y no el que los padres le impongan. Obligarles con un instrumento que elijan papá y mamá, puede incluso que, a la larga, les quiten las ganas, no solo de aprender a tocar el elegido, sino también, el que ellos querían. Los instrumentos que más se suelen seleccionar son el violín, el piano y la flauta.
Los instrumentos de viento, se suelen recomendar a partir de los 10 años, ya que es el momento en que los niños tienen más fuerza en los pulmones, y los de cuerda, no se recomiendan en niños especialmente intranquilos.
Siempre antes de proceder a comprar un instrumento, no estará de más que el niño lo pruebe antes, pidiéndolo prestado, de forma que pueda utilizarlo antes. Así, podremos evitar un gasto innecesario.
Imagen: Chas Redmond