Los resfriados es la enfermedad más habitual que van a tener los más peques de la casa, es más, es muy probable, que durante los primeros años, a los padres les parezca que están constantemente con ellos. Aparecen principalmente en los meses de invierno, que es cuando las temperaturas son más bajas, e irán y vendrán hasta que el tiempo se estabilice con la llegada de la primavera y del buen tiempo.
El peor momento del día para el niño, probablemente será la noche, que es cuando mayores golpes de tos tendrán. Esto no deja de ser algo incómodo, tanto para el niño como para los padres, que durante la temporada que dure el resfriado, van a dormir mal al despertarse varias veces durante la noche.
Estas infecciones, resultan tan comunes en la primera etapa de los niños, debido a que su sistema inmunológico aún no está totalmente desarrollado, por lo que tienen más facilidad para contagiarse.
Lo que más fácil puede parecer para evitar el resfriado, es evitar que el niño esté en contacto con otros niños infectados, pero a veces esto resulta imposible, especialmente cuando los peques empiezan a ir a la guardería.
Los síntomas más habituales son, picor de nariz, estornudos, mucosidad, dolor de garganta, e incluso, en algunos casos, se podría dar también fiebre.
Lo normal, es que el médico en un principio no recete antibióticos de entrada, sin embargo, esto no quiere decir, que los padres automediquen al niño. Aunque el resfriado es algo común, habrá que ir al pediatra para que sea él el que valore la situación, y recete lo que considere oportuno en cada caso.