Llega ya la Navidad, y con ella, en muchos hogares ya hemos preparado los adornos, hemos montado el árbol y/o el Belén, decorado puertas y ventanas, además de haber escrito nuestros hijos las respectivas cartas a los Reyes Magos o a Papá Noel. Es una época muy especial para todo el mundo, pero sobretodo es especial para los más pequeños.
Estas son tradiciones que se han mantenido hasta el presente, a pesar de que muchos padres no tengan convicciones religiosas, ya que son tradiciones que se han unido a la cultura (más allá de lo religioso), es ya un modo de vivir estas fechas tan señaladas.
Algunas de estas tradiciones las hemos adoptado de otras culturas, como es la llegada de Santa Claus, o la decoración del árbol navideño. En nuestro país, no hace tanto tiempo, por estas fechas se montaba el Belén y se esperaba con impaciencia la llegada de los Reyes Magos.
Son momentos en los que nos surge una pregunta, ¿es bueno que nuestros hijos crean en Papá Noel o en los Reyes Magos?, y una respuesta que muchos darán, es que no hay nada de malo en que crean en ellos.
Ciertas personas opinan que se pueden crear expectativas e ilusiones falsas en los pequeños, y que no quieren mentir a sus hijos, llegando a pensar que es un atraso y que les perjudicará al descubrir la verdad. Pero, si bien, muchos creen que no hay nada de malo en que los pequeños vivan y sientan esa magia, que estas fantasías les ayudan en su propio desarrollo, fomentando la imaginación y la creatividad.
Un niño necesita tener la imaginación nutrida, de ahí la importancia de los cuentos y este tipo de tradiciones. Esta imaginación y creatividad nos ayudan a vivir, a tener flexibilidad a la hora de resolver problemas, a enfrentarnos con la dureza del día a día, nos ayuda a ser independientes, y a algo fundamental, a ser libres.
Imagen: Pedro Reyna