La adolescencia, es una etapa en la vida de los niños (que ya no son tan niños), con la que todos los padres, antes o después, van a tener que lidiar. Este periodo, para muchos padres, puede ser una tortura y, es por ello, por lo que muchos son los que llegan a esta etapa, con algo de miedo. Pero si la adolescencia, hace que muchos se echen las manos a la cabeza, la preadolescencia, no será menos.
La preadolescencia, es una fase que llegará, como su propio nombre indica, antes de la adolescencia, entre los 8 y los 12 años, aproximadamente. Y es un periodo, que permitirá a los padres irse acostumbrando a lo que va a venir después. No hay que alarmarse, ni sentir pánico, aunque es irremediable, que muchos padres, en esta etapa, sientan que pierden un poco a esos niños que han dependido de ellos por completo, hasta ese momento.
La paciencia, como en la mayoría de los casos, será el arma más poderosa para combatir cualquier “guerra” con los hijos, seguida del cariño, el amor, el diálogo y la comprensión.
A partir de ahora, nos vamos a centrar en la preadolescencia, que surgirá cuando los niños comienzan a ampliar su círculo de amistades, y a mantener una vida social más activa.
Como decíamos, la edad de este período oscila entre los 8 y los 12 años, y un signo muy evidente, es que se vuelven muy “delicados” con su apariencia. Querrán comenzar a vestir de una forma determinada, o llevar el pelo con un corte en concreto. Otro aspecto, que puede darse, es que ellos comienzan a sentirse avergonzados de que los vean en público con los padres, por lo que comenzarán a marcar distancias, especialmente cuando estén en la calle. No hay que sentirse mal por esto, porque más tarde o más temprano, los hijos dejarán todo eso atrás.
Imagen: Rob124