Los típicos mareos de las mañanas, acompañados de las ganas de vomitar, es algo muy común en las mujeres durante los primeros meses de embarazo, principalmente durante el primer trimestre. Esto, aunque resulta realmente molesto, por regla general no traerá ningún tipo de problemas ni al feto ni a la madre, y suele desaparecer alrededor del quinto mes de embarazo (esto dependerá de cada caso).
Existen fármacos que ayudan a atenuar un poco todas esas molestias, pero será el médico el único que decidirá si es éstos son recomendables para cada mujer, de manera que no habrá que ingerirlos simplemente por el hecho de conocer a otra gestante que los esté tomando, sino que habrá que esperar a que sea el especialista quien recete el medicamento si lo considera oportuno.
Existen algunos métodos caseros, que os dejaremos a continuación, pero habrá que tener en cuenta que cada mujer es diferente e igual no todos funcionan para cada caso.
– Beber líquidos que estén fríos, eligiendo aquellos que más apetezcan en cada momento, ya sean batidos, zumos, leche, agua, etcétera.
– Seguir una dieta saludable, y no tomar aquellos alimentos que produzcan náuseas.
– Durante esa etapa, sería recomendable que otro miembro de la familia fuera a hacer las compras y se encargara de la cocina, para evitar así que los olores produzcan los “ascos”.
– Tomar algo sólido antes de levantarse de la cama y antes de acostarse.
– Intentar dormir más horas que habitualmente.
– Comer con más frecuencia. Es mejor hacer varias comidas pequeñas diarias que pocas en gran cantidad.
– No obligarse a comer alimentos que en esos momentos no le apetezcan.
– Estar relajada ayuda a mejorar los síntomas, de manera que no está de más hacer ejercicios de relajación y tomarse las cosas con más calma.