Existe una realidad que es muy difícil de asumir para cualquier padre. La muerte de su hijo enfermo de cáncer. Esta dificultad aumenta porque según apuntan los expertos, en España todavía no existen los recursos suficientes para ofrecer cuidados paliativos a los enfermos que están en la etapa final de su vida y a las familias.
“Alrededor de 3.000 menores de 20 años mueren al año en España, por diferentes enfermedades, algunas de ellas de larga evolución, y en las que las familias organizan su vida, 24 horas al día, en torno a estos niños” explica Ricardo Martino que es representante de la Asociación Española de Pediatría en la Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos.
Además, el Doctor Gándara también explica que la enfermedad no afecta únicamente al niño sino que también hunde en la incomprensión a la familia que necesita recibir apoyo para procesar mejor el duelo. El doctor Gándara explica que “el impacto familiar es terrible, por eso es clave el apoyo a la familia para poder llevar a cabo cuidados paliativos en el hogar del menor”.
Hoy día, sólo existen tres unidades de cuidados paliativos en los que se atiende a más de 600 niños que tienen este tipo de necesidades. Estas unidades están situadas en Madrid, Barcelona y Canarias. También existen algunas iniciativas de este tipo en Baleares, Valencia y Sevilla. Sin embargo, los datos muestran que existen comunidades que no tienen recursos para ofrecer cuidados paliativos a los niños.
Conviene puntualizar que “recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado un atlas mundial de los recursos paliativos. En esa clasificación de países, España está en la segunda división, por detrás de países como Uganda o Rumanía”. Por otra parte, existe todavía una especie de tabú en relación con la muerte y todavía más, con los casos de muerte infantil.
Foto – Aim Digital
Fuente – El Mundo