En la entrada anterior, terminábamos diciendo que algunos especialistas hablan de que los miedos están unidos al estado dependencia. Sin embargo, hay también otros especialistas que indican que hay factores (personales, culturales, o de conducta) que influyen en los patrones de los miedos infantiles, haciendo que padres que son miedosos o con síntomas de ansiedad, hacen que sus hijos tengan mayor proporción de miedos.
Hay muchas formas de ayudar a los hijos a superar los miedos, y una primordial es evitar la sobreprotección, así como nunca hay que resaltar la cobardía que impera en el pequeño con miedo (con burlas o ridiculizándolo), así como tampoco enfrentarle al temor de manera drástica (lo mejor es de manera paulatina). Ante todo debe reinar la serenidad y el diálogo para ayudarle a identificarlo y enfrentarse a él.
Ante los miedos más comunes en los menores, existen sugerencias hechas por especialistas para ayudar a superarlos.
El miedo a la oscuridad, se podría combatir creando un ambiente agradable al pequeño a la hora de irse a la cama. Suprimiendo progresivamente la luz, primero con la lámpara de la mesilla, después un pequeño piloto o la luz del pasillo, hasta suprimirla por completo cuando lo haya superado.
El miedo a los animales, se puede combatir, contándole los peligros que supone acercarse a un animal desconocido, pero sin crear alarma, que afectaría negativamente. Se le pueden leer cuentos cuyos protagonistas sean los animales temidos. Dejar que se acerque primero a los cachorros, para superado esto, pasar a los adultos.
El miedo a las tormentas, se puede combatir dejando que observe la lluvia y contarle como funcionan los fenómenos de la meteorología, jugar a contar truenos y calcular el tiempo entre ellos y los relámpagos.
El miedo a los seres fantásticos, se combate enseñándoles a reconocerlos como productos de la imaginación, eliminando el peligro de éstos para su propia vida. Controlar que ven en la televisión, evitando imágenes o situaciones fantásticas que no puedan entender como irreales.