El cambio de rutina en las parejas cuando forman una familia es más que notable. Tener un hijo supone renunciar a muchos espacios de ocio y quienes son amantes del séptimo arte tienen que organizarse muy bien para poder ir a ver una buena peli. Ahora, gracias a una iniciativa que se ha llevado a cabo en Sabadell, ya es posible ir al cine con el bebé porque la entidad Interferències programa el primer viernes de cada mes una sesión de cine especialmente destinada a padres que pueden ir al cine con sus niños. Tienen un espacio reservado para dejar los carritos y zonas habilitadas para la lactancia.
Del mismo modo, el sonido de la película es más suave y la luz de la sala crea un ambiente cómodo para los niños. El objetivo de esta iniciativa es que los padres no tengan que dejar de ir al cine cuando tienen un bebé y puedan compartir una experiencia enriquecedora a nivel emocional con los más pequeños de la casa. Los espectadores de la sala de cine se sienten muy comprendidos a nivel de empatía cuando uno de los niños llora o tiene hambre.
Esta iniciativa original y positiva puede servir de ejemplo para que en otras ciudades se puedan llevar a cabo proyectos similares pensando en la felicidad de padres e hijos. Un plan tan sencillo como ver una película, es saludable para reducir el estrés y propiciar la conciliación laboral porque este plan de ocio es fantástico para desconectar de la rutina, aparcar las preocupaciones de la rutina y viajar a través de la imaginación gracias a la magia de una buena historia. Todo ello, además, sumando la tranquilidad que produce tener cerca al bebé y compartir la experiencia con él.
Fuente – La Vanguardia
Foto – Anieto 2K