Las técnicas de reproducción asistida son tratamientos específicos para parejas que, por el motivo que sea, tienen dificultades para concebir. Este tema sigue siendo tabú en algunos entornos, pero es una problemática que existe y que afecta a un buen número de parejas en nuestro país, y en el mundo entero. Un porcentaje de parejas son infértiles, en un valor que varía según el país, pero que se puede situar en el 15% aproximado en España.
Hay que diferenciar entre personas estériles, y parejas infértiles. La diferencia parece sutil, pero en un caso estamos hablando de personas que son incapaces de reproducirse sexualmente, mientras que en el segundo caso se refiere a personas que son incapaces de reproducirse por medios naturales. Es ahí donde entran en juego los tratamientos de reproducción asistida, de los que vamos a hablar más detalladamente.
Tipos de reproducción asistida
Podemos distinguir varias técnicas de reproducción asistida de las que seguro que has oído hablar, pero antes podemos aclarar un concepto: estas técnicas están destinadas tanto a cumplir los deseos reproductivos de parejas con problemas para la concepción, como también para mujeres solteras que deseen quedarse embarazadas sin la participación directa de una pareja masculina.
La primera técnica de la que vamos a hablar es la inseminación artificial. Esta técnica se puede practicar con el semen de la pareja, o bien con semen de un donante. En ambos casos se trata de un proceso rápido, indoloro y que consiste en depositar, mediante el instrumental adecuado, la muestra de semen en el cuello del útero de la mujer. La tasa de éxito depende de muchos factores, pero se suele situar en torno al 10% a 15% (por cada ciclo) en el caso del semen de la pareja, y en el 80% tras un determinado número de ciclos para el caso de donantes anónimos.
La fecundación in vitro es otra técnica de la que todos hemos oído hablar, y que consiste en poner en contacto, en un medio controlado, un óvulo y un espermatozoide para que, de esta forma, se logre una fecundación espontánea. Existe una, por decirlo así, variante más activa que se denomina microinyección espermática, y que consiste en inyectar el espermatozoide en el óvulo. La tasa de éxito con estas técnicas se sitúa entre el 29% y el 35%.
La donación de ovocitos es una forma de quedarse embarazada que, para mujeres cuyos ovocitos ofrecen la calidad suficiente para conseguir el embarazo, se ha quedado sin ellos, o bien es portadora de una alteración genética o cromosómica, supone la manera de cumplir el sueño del embarazo. La donación es, como su nombre indica, altruista y anónima, y se consiguen tasas de éxito rondando el 50%, cifra nada desdeñable.
Estos serían los tipos más comunes, o conocidos de reproducción asistida, pero no son todos. Existen muchas técnicas que son más específicas de los hombres, como la extracción espermática y la donación de semen, que sirven para la fecundación in vitro, como lógicamente acabamos de ver, pero también para la preservación de la fertilidad masculina. En el caso de las mujeres, es posible también preservar sus óvulos para el futuro, y en general esta preservación de la fertilidad protege las células reproductoras de ciertos tratamientos, como los del cáncer.
Foto | Katie Tegtmeyer