El labio leporino, es una malformación del labio del recién nacido que a simple vista se caracteriza por parecer que el labio esté partido por la mitad. En los bebés que se da este defecto congénito, también se suele dar otro que es el llamado paladar hendido, aunque no necesariamente tienen que ir unidos ambos problemas.
El origen de que el niño nazca con el labio leporino es por no haberse fusionado completamente durante la gestación el paladar superior y el labio superior. El tratamiento dependerá del grado que presente cada niño, y por regla general se recurrirá a la cirugía en los 3 primeros meses de vida del bebé, en la que se procederá a cerrar y unir el labio. Es posible que tras una primera cirugía se pueda recomendar una segunda para reparar la cicatriz.
Existen tres tipos distintos de labio leporino, que dependerá de la posición de la hendidura: Unilateral incompleto (cuando la abertura está en uno de los lados del labio y la abertura no llega a la nariz), Unilateral completo (cuando la abertura está también en uno de los lados del labio y ésta llega hasta la nariz), y Bilateral completo (cuando la abertura se produce a ambos lados del labio y se extiende a la nariz). Obviamente el tipo más problemático sería el último, es decir, el labio leporino bilateral completo.
La alimentación en los bebés que sufren esta malformación, podría ser un problema dependiendo del grado de cada uno. Si es leve, probablemente pueda mamar sin mayores inconvenientes, pero en los casos más graves, es posible que se haga necesario utilizar una tetina específica o algún otro dispositivo especial, por lo que la madre tendrá que optar por utilizar un sacaleches, en el caso de que ésta opte por la lactancia materna para alimentar al bebé.