Sorprendente pero cierto los niños tienen sentido de aquello que es justo desde los primeros meses de vida. En concreto, a los quince meses ya muestran comportamientos de solidaridad y generosidad en los juegos. Así lo muestra un estudio muy interesante elaborado por la Universidad de Washington que pone de manifiesto que los niños son capaces de percatarse de que en un plato de comida hay más que en otro (por tanto, que existe una relación no equitativa). Por otro lado, los niños también son altruistas desde temprana edad, así lo muestran en actos tan sencillos como compartir los juguetes con otros amigos y familiares. De hecho, son capaces incluso de poner en común su juguete favorito, ese con el que disfrutan más.
El estudio no quiere mostrar que este sentimiento de justicia y equidad sea genético sino más bien cultural, en tanto que los niños tienen la capacidad de aprender de su entorno y de los adultos antes de lo que se piensa. Esta es una de las razones por las que los adultos, como tales, siempre deben dar un ejemplo positivo a los peques. El estudio mostró que el 92 por ciento de los niños que habían sido capaces de compartir su juguete favorito habían pasado más tiempo observando el reparto desigual.
La verdad es que el sentido de justicia es uno de los más interiorizados por la mente humana. Sin embargo, en sentido estricto, y desde un punto de vista filosófico, la vida no siempre se rige por el criterio de la justicia. Así queda de manifiesto en todas aquellas situaciones negativas que afectan a alguien que no se lo merece. Por ejemplo, una enfermedad grave, un accidente de coche, o incluso, la muerte a edad temprana.
Imagen: Consejos Mamá