Los dientes de nuestros pequeñines son muy importantes porque colaboran con la masticación de los alimentos, contribuyen a la expresión de las emociones, conforman el aspecto de la cara y ayudan en el habla.
Para cuidar la salud bucodental de nuestros hijos, debemos preocuparnos de que se lleven a cabo las siguientes actividades:
Desde el nacimiento a los dos años
- Exploración neonatal de la cavidad oral. Seguimiento de la erupción dentaria primaria.
- Información a los padres de productos que pueden producir caries dental.
- Administración de suplementos de flúor por vía oral, según el contenido del agua bebida, a partir de los sies meses.
De los dos a los seis años
- Explorar la dentición primaria. Derivar a los niños con caries al odontólogo.
- Información de alimentos que pueden producir caries en esta etapa y explicar la técnica de cepillado.
- Suministrar flúor, según el contenido de este mineral en el agua.
De los seis a los catorce años
- Exploración bucal: sarro, flemones, gingivitis…
- Información sobre alimentos cariogénicos, explicar la técnica de cepillado y el uso del hilo dental, a partir de las 11-12 años.
- Administración individualizada de flúor.
- Sellado en primeros y segundos molares definitivos.
La salud bucodental del niño será llevada a cabo por el pediatra durante los primeros años, en las revisiones periódicas, pudiendo derivarlo al odontólogo cuando sea necesario.
En estas revisiones se pueden detectar anomalías como la falta de erupción de la primera pieza dental a los 15 meses y la erupción de dientes malformados.
También está fuera de lo normal la falta de alguna pieza de leche a los 30 meses de vida.
Entre los cuatro y los seis años se recomienda un primer control por el odontólogo a todos los niños. Y desde entonces será este profesional el que fijará la periodicidad de las visitas de cada niño, según cada caso. Eso sí, entre los seis y los 14 años suele recomendarse una visita anual, ya que es el periodo en que los dientes tienen más riesgo de caries.
En general, habría que vigilar la gingivitis (inflamación y sangrado de las encías), la aparición de flemones, la presencia de sarro, las maloclusiones y las alteraciones del esmalte dental.
Imagen: clinicadentallosangeles