A esta edad, la mayoría controlarán el hecho de andar, y serán capaces de mantener el equilibrio casi sin esfuerzo. Unido a esto, también controlarán otras acciones como subir y bajar escaleras, andar hacia atrás, agacharse o levantarse, correr, etcétera.
El bebé de 19 meses cada vez muestra más signos de “adulto”, y será capaz de entender la mayoría de las cosas que le dicen los adultos. Prácticamente entenderá todo cuando se le habla, y empezará a comunicarse utilizando frases con varias palabras.
Ante algo que no le gusta se impone, especialmente cuando no se sale con la suya, por lo que es un buen momento para comenzar a darle opciones. Por ejemplo cuando quiere hacer algo y se le dice que no, en vez de hacerlo de forma tajante (cosa que probablemente desencadenará un episodio de llanto y rabieta), se le puede ofrecer un plan alternativo que pueda llamar su atención. No está de más explicarles de paso el por qué no pueden hacer las cosas que desean en un determinado momento y en otros sí.
Conseguir que obedezcan será durante algún tiempo un trabajo duro para los padres, pero es algo a lo que se deben acostumbrar, de manera que se pueden buscar opciones para que las tareas que se le manden les resulten incluso divertidas, por ejemplo, si hay que recoger los juguetes, se puede hacer una “competición” entre el padre o madre y el niño, proponiéndole que el que recoja más juguetes en un tiempo será el ganador, e incluso las primeras veces se podrá optar por ofrecerle al final algún tipo de recompensa (no necesariamente material, podría ser algo tan simple como que: “el que gane elegirá a lo que vamos a jugar”).