Los bebés a medida que van creciendo sienten una mayor satisfacción cuando consiguen hacer cosas por sí solos, de manera que hay que aprovechar esto para irles enseñando las pequeñas cosas. Con 20 meses, muchos ya no querrán que los padres le den la comida, y les gustará ser ellos los que agarren los cubiertos para comer. Hay que dejarlos hacer, y nunca limitarlos diciéndoles cosas como que no pueden porque son pequeños, porque con constancia y paciencia terminarán por conseguir lo que se proponen.
Si no han comenzado aún, se les puede empezar a dar pautas para que aprendan a cepillarse los dientes. Como siempre para conseguir esto, se le ayudará dándole ánimos y alabando sus progresos.
Puede que sea una etapa en la que las peleas con otros niños sean frecuentes, y nuevamente la paciencia y las buenas formas serán las claves para tratar este comportamiento. De nada valdrá que los padres peguen al pequeño cuando él lo ha hecho anteriormente a otro, o incluso a un adulto, ya que no se le puede enseñar que algo está mal hecho cuando los padres responden de la misma manera. Por tanto, ante estos episodios habrá que hablarle y explicarle que está mal y que si hacen eso papá y mamá se sentirán tristes.
Algo que hay que tener en cuenta, es que a los niños les encantará hacer cosas con los padres, y aunque hacer las tareas de la casa para los adultos es algo que no les entusiasma, ellos esto lo verán de otra forma e incluso les parecerá como un juego. Utilizar la escoba o la fregona (esto mejor estando siempre algún adulto delante) será algo que llame su atención, así como pasar un plumero o recoger la habitación “jugando” con sus padres.