Pilates durante el embarazo: Ventajas e inconvenientes. El proceso de transformación de una mujer embarazada no sólo es físico sino también, emocional. Por ello, a través de actividades como el pilates es más fácil que una mujer tome conciencia de sus emociones y también, de sus sensaciones. Es decir, puede integrar de una forma más armónica su parte anímica y su parte emocional. Algo que sin duda, aporta bienestar, un sentimiento de gratitud hacia la vida, y también, ayuda a vivir el presente y a reducir la ansiedad que a veces, surge ante la impaciencia o el temor del momento del parto.
Sin embargo, más allá de estos beneficios también conviene tener en cuenta que el pilates es una actividad que debe de realizarse con unas condiciones de seguridad. Es decir, debe ir acompañado por las instrucciones de un profesional formado, competente y cualificado. Pero por si esto fuera poco, también debe de realizarse con el permiso médico. Es decir, debes pedir información a tu especialista porque existen casos en los que no es recomendable realizar ejercicio durante el proceso de gestación.
Se trata de una práctica que favorece la energía positiva y la flexibilidad. Y sus beneficios no sólo pueden notarse durante el embarazo sino también, en la llegada del momento del parto. Además, el organismo también se oxigena mucho más. Favorece la relajación durante el momento de parto. Mejora la concentración. Se trata de una técnica muy sencilla en la que interviene todo el cuerpo, brazos, piernas, manos, dedos, cabeza… Pero también, mejora el sistema respiratorio y la mujer embarazada tiene la sensación de recibir un leve masaje en su organismo.
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