Mientras la mujer está en la etapa del embarazo es común escucharlas oír que tienen retención de líquidos. Esto es algo normal y habitual, ya que durante este periodo de tiempo es más común que se retenga más líquido, especialmente en el último trimestre. A simple vista se puede ver como una hinchazón, en mayor o menor medida, de los pies, los tobillos, las manos, e incluso el rostro.
La hinchazón se hace más evidente en los meses de más calor, durante el verano. La causa es simple, al aumentar de tamaño el útero, este presiona las venas que llevan la sangre al corazón, por ello los líquidos quedan en los tejidos y se produce la hinchazón.
Para aliviar las molestias que se producen por la hinchazón se pueden seguir unas pautas muy básicas:
– Beber grandes cantidades de agua. El hecho de que se retengan líquidos no significa que se deba NUNCA dejar de beber agua.
– Moderar la sal en las comidas.
– Tumbarse en la cama o el suelo y elevar las piernas (se pueden apoyar en la pared).
– A la hora de dormir se colocará una almohada bajo las piernas para que permanezcan elevadas.
– No utilizar prendas que opriman el cuerpo, especialmente medias o calcetines con gomas fuertes que dejen marcas en las piernas o tobillos.
– Andar durante largos rato.
– Comer muchas frutas y verduras.
– Dormir las horas necesarias.
– Intentar mantener una temperatura corporal aceptable, ya que el exceso de calor aumentará la hinchazón.
Lo más importante es que la mujer jamás deberá automedicarse para solucionar el problema, solo el especialista recetará algún fármaco en el caso de que lo considere necesario, pero por regla general, siempre que la retención no vaya a mayores, no será necesario tomar ninguna medicina. Y a los pocos días tras el parto, la hinchazón desaparecerá.