Sí, ya sé, todas queremos volver a lucir cinturita de avispa al día siguiente. Eso nos lleva irremediablemente a pensar en técnicas para las que no atravesamos el momento más adecuado, ni físico ni psicológico. Ahora somos mamás y debemos dar al cuerpo un respiro antes de someterlo al ejercicio y a estrictas dietas.
Por regla general, la mayoría de las mujeres engordamos entre 10 y 14 kilos durante el embarazo y la mayor parte de ese peso será eliminado de forma natural por nuestro propio cuerpo y con el paso de los meses. No debería costarnos mucho entenderlo y con algunos datos podría bastar.
Por ejemplo, para engordar hemos necesitado nueve meses y, sin embargo, para el proceso contrario deseamos magia y un par de semanas. Eso resulta imposible, por mucho que las estrellas de Hollywood se empeñen en decir lo contrario, claro y a no ser que tengas tanto dinero que lo de un entrenador personal y un cirujano estético te resulte como salir a darte una mascarilla capilar.
En nutrición los milagros no existen y el cuerpo de la mujer está diseñado para que tras el embarazo, nuestro metabolismo postparto conserve mayor cantidad de grasa. Para ello se activa la producción hormonal encargada de que esos “kilitos” no se vayan tan fácilmente y mucho menos si estás amamantando a tu hijo.
Las razones también son fáciles de entender y absolutamente naturales. Esa reserva de grasa se necesita por dos motivos: el primordial es el asociado a la calidad de la leche que debes producir y el segundo no es más que la energía que necesitas para afrontar esa lactancia y las consecuencias físicas de la maternidad.
Ahora bien, no te desesperes porque tampoco van a quedarse para siempre y además tú podrás ayudar a que se vayan un poquito antes. Lee.
Durante el parto perderás en torno a los siete kilos y en los dos o tres días siguientes no pararás de eliminar líquido que, traducido en peso, te dará una buena alegría. Además, en cuanto tu útero vuelva a su tamaño real, también te habrás deshecho de otros dos o tres kilos. ¿Con qué nos deja esto? Con que posiblemente ya sólo tengamos que librarnos de cuatro o cinco kilillos.
Sí, ya sé que esos son los más difíciles de perder, pero también habrá transcurrido el tiempo suficiente para que nuestro cuerpo se haya recuperado físicamente del tremendo “palizón” que supone parir y estemos listas para poder empezar con una dieta sana, equilibrada y un poquito de ejercicio.
Si las cosas van bien, a partir del tercer mes tras el parto, podrás empezar con un pelín de ejercicio y a los seis meses todo debería estar en orden para una nueva vida más activa y equilibrada. Ánimo, mira a tu bebé y verás que tampoco va a resultar tan duro. Sólo tenemos que hacer las cosas bien.