Si hasta ahora la mujer apenas ha notado diferencias, en este tercer mes comenzará a notar cambios, especialmente de humor, por lo que es habitual en muchas mujeres que de un momento a otro sin causa aparente se echen a llorar sin más. El sueño y el cansancio siguen, pero por regla general tardarán poco tiempo en remitir.
Respecto al pequeñajo, en el tercer mes sigue evolucionando y su silueta ya estará prácticamente definida, aunque aún le queda mucho camino por delante. En este etapa, las extremidades estarán muy formadas e incluso comenzarán a mostrarse las uñas. Los órganos que ya se habían creado, continuarán madurando.
La cabeza del feto también sufre modificaciones, y se irán colocando poco a poco cada parte en su lugar, de manera que los ojos, y las orejas comenzarán a desplazarse para adaptarse al que va a ser su sitio definitivo.
Los órganos sexuales son una parte muy destacable que en esta etapa cobran importancia, ya que en este mes se formarán, y por tanto, incluso es posible que una ecografía en la última semana desvele si el pequeño va a ser un niño o una niña, algo que, la mayoría de los padres, ansían saber lo antes posible.
La mujer no lo va a notar, pero ya en el tercer mes el feto empezará a moverse, no serán movimientos voluntarios sino los causados por el desarrollo de los músculos.
El futuro bebé en este momento medirá unos 10 centímetros y pesará alrededor de 50 gramos (estos datos son orientativos), y ya se puede decir claramente que su silueta es la de un ser humano.
Foto obtenida de: welcomemother.com
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