Después de los padres autoritarios, vamos a irnos al otro extremo a la hora de hablar de estilos de paternidad, es decir que hoy trataremos a los padres permisivos.
El estilo de paternidad permisivo se caracteriza por ser padres que no exigen prácticamente nada a sus hijos. Son aquellos que están constantemente encima de los niños para dar solución al instante a todas sus necesidades, y los que apenas utilizan los castigos.
Los padres permisivos, evitarán utilizar “las armas” (con esto nos referimos al poder que tienen los padres sobre los hijos) para hacerse respetar, por lo que el niño terminará siendo el que dicte las normas en casa, consiguiendo hacer lo que él quiere en todo momento.
El ambiente que se suele crear en estas familias llega a terminar resultando difícil de soportar, finalmente el estrés terminará llegando cuando los padres no son capaces de abarcar todas las exigencias de sus hijos.
Por regla general, los padres intentan resolver el problema con castigos, los cuales no llegan a ser efectivos ya que, por un lado no “asustan” en gran manera a los niños al ser castigos poco importantes, y por otro lado, pocas veces esos castigos llegan a término por ser levantados en el momento de ejecutarlos.
Los padres permisivos, hacen todo esto pensando en que así sus hijos serán más felices, pero finalmente se dan cuenta de que el niño se les ha ido de las manos, y llegan a un punto en el que no saben bien qué hacer. Los niños terminan creciendo sin normas y con una cierta desorientación, es como si ellos mismos se educaran a sí mismos, lo que a la larga traerá resultados impredecibles.
Foto obtenida de: thetimes.co.uk.